Al menos 116 personas murieron y más de 200 resultaron heridas tras un terremoto de magnitud 6,2 ocurrido este lunes en la provincia china de Gansu.
Según han informado este martes medios oficiales, el sismo se registró a las 11.59 del lunes y tuvo su epicentro en la frontera entre las provincias de Gansu y Qinghai, a diez kilómetros de profundidad.
El Consejo de Estado y el Ministerio de Gestión de Emergencias decretaron una respuesta de nivel II al siniestro, que afectó especialmente al condado de Jishisan, en Gansu, y la ciudad de Haidong, en la vecina Qinghai.
El mayor número de fallecidos se registró en Gansu, donde perdió la vida al menos un centenar de personas, a las que se suman otras once en Qinghai.
Al lugar del terremoto se han desplazado numerosos equipos de emergencias y rescate, mientras las autoridades ya han comenzado a evaluar los daños en infraestructuras y viviendas, aunque todavía no se ha difundido una valoración oficial.
Más de 3.000 bomberos
El Gobierno ha enviado a la zona a 1.440 bomberos para apoyar en la respuesta al desastre, y otros 1.603 pertenecientes a la región afectada y provincias vecinas se encuentran movilizados para desplazarse si resultara necesario, según recoge el diario China Daily.
De acuerdo a medios locales, han resultado dañados los servicios de suministro de agua, electricidad, comunicaciones y transporte.
Por el momento también permanecen suspendidos en la zona afectada los servicios ferroviarios de pasajeros y transporte de carga.
El presidente chino, Xi Jinping, ha urgido a no escatimar esfuerzos en las tareas de búsqueda y rescate, así como en la atención a los damnificados.
Otro temblor en Xinjiang
Otro movimiento sísmico, de magnitud 5,5, se registró en la región china de Xinjiang, también en el noroeste, sin que todavía se haya informado de víctimas.
El oeste de China sufre con frecuencia terremotos, debido a que se encuentra cerca del lugar donde friccionan las placas tectónicas de Asia y la India, en el Himalaya.