La Vuelta 2024 comenzará el próximo 17 de agosto en Lisboa y terminará el 8 de septiembre en Madrid con un recorrido que vuelve a apostar por la montaña, con Lagos de Covadonga como estandarte, e incluye dos cronos, una inicial en la capital portuguesa y otra final en la española que puede ser clave con 22 km de recorrido. El paso de La Vuelta por Euskal Herria será efímero, con una sola etapa de transición entre Gasteiz y Maeztu en el 18º día, el 5 de septiembre.
Etapa 18 | Stage 18
— La Vuelta (@lavuelta) December 19, 2023
Vitoria - Gasteiz > Maeztu-Parque Natural de Izki
175 km
Corredores rápidos que pasen bien la media montaña podrían ser favoritos
Fast riders who manage to do well in the mid-mountain could become favourites #LaVuelta24 pic.twitter.com/tZesY85hOt
No será la primera vez que la Vuelta salga de Lisboa, ya fue la lanzadera en 1997, cuando se impuso el suizo Alex Zulle. Y será la quinta vez que la ronda española sale del extranjero, añadiendo Assen (2009), Nimes (2017) y Utrecht (2022).
Extremadura estrena los finales en alto: Pico Villuercas
La crono inaugural de 12 km entre Lisboa y Oeiras será individual y saldrá junto al monumental Monasterio de los Jerónimos, en el barrio de Belén, una prueba corta, pero de fuerza junto a la desembocadura del Tajo de donde saldrá el primer líder.
Las siguientes dos etapas, ya en línea tendrán meta en Ourém y Castelo Branco, ambas de 191 km, propicias para el esprint a pesar de tener trayectos ondulados. La Vuelta se despedirá así de Portugal para acceder a territorio español.
Ya en la cuarta etapa llegará el primer final en alto, en Extremadura, con salida en Plasencia y meta en el Pico de Villuercas, que se complica al final con 3 km que incluyen rampas del 16 por ciento. Jornada con 4 puertos, entre ellos el Piornal. Día para ver en acción a los favoritos.
«Una Vuelta exigente, sin etapas de transición, sin lugar para la tregua», como ha explicado el director de la Vuelta, Javier Guillén. Así lo demuestra el paso a Andalucía, con una quinta etapa propicia para el esprint en Sevilla. Uno de los pocos regalos para los velocistas.
Las tres siguientes incluyen dificultades interesantes. Para empezar el viaje que parte de Jerez de la Frontera finaliza en Yunquera, cima malagueña inédita, de tercera categoría. Antes 4 puertos que pueden propiciar sorpresas. Después el pelotón llega a Córdoba, con el alto del 14 por ciento cerca de meta como aliciente.
Y el sector andaluz se cierra con las etapas entre Úbeda y Cazorla, con final elevado y la trascendente entre Motril, en la costa, y Granada, tras superar El Purche y el Hazallanas en 2 ocasiones. La general habrá tomado cierto color coincidiendo con el traslado hasta Galicia y el primer día de descanso.
Ancares y Cuitu Negru, los monstruos de la segunda semana
Galicia recibirá a La Vuelta 24 con una propuesta montañosa, con puertos de escasa altitud, pero sin un metro llano, con una ascensión de 1a categoría al inicio de la etapa camino de Baiona.
Le seguirá en Padrón una especie de clásica con cuatro dificultades puntuables, y le seguirán 2 jornadas con metas en alto: Cabeza de Manzaneda (1a) y Ancares (1a), por la inédita vertiente leonesa, de 7,7 k, los últimos 5,5 km a una media del 12 por ciento de desnivel.
La etapa más larga de la Vuelta 24 será la decimocuarta y tendrá 199 km. Unirá las localidades leonesas de Villafranca del Bierzo y Villablino, y ésta dará paso a otra jornada clave. La segunda semana terminará con una dura etapa de montaña asturiana.
Será un día con doble ascensión a La Colladiella (1a) y final en el terrible Cuitu Negru, un auténtico coloso que tiene sus kilómetros más duros tras superar la estación de Pajares, con rampas de hasta el 23%. Cita importante para los candidatos a la roja. En ese escenario protagonizaron un gran duelo en 2012 Alberto Contador y Purito Rodríguez. La cima la estrenó Dario Cataldo.
Traca final con Lagos, Picón Blanco y crono madrileña
El pelotón descansará en Asturias antes del tramo decisivo, que iniciará la semana con la cita en un lugar sagrado del ciclismo español, los Lagos de Covadonga, que vuelven al menú de la Vuelta desde el triunfo de Roglic en 2021. La Collada Llomena y el Mirador del Firo serán los pasos previos de montaña.
Dos etapas de teórica transición, en Cantabria y País Vasco, con metas en Santander y Maeztu (Álava), en el Parque Natural de Izki, darán paso a un último fin de semana que puede resultar revolucionario. El viernes 6 de septiembre etapa prácticamente llana, pero con final en el Alto de Moncalvillo, con los últimos km de pendiente de 2 dígitos.
Un día después, la víspera de Madrid, etapa clave con siete puertos puntuables. Tras ascender el Puerto de Estacas de Trueba, la carrera entrará en territorio cántabro afrontando varias ascensiones antes de volver a la provincia de Burgos por el Portillo de Lunada.
El Portillo de la Sía y el Puerto de Los Tornos seguirán sumando dureza en una jornada que tendrá su guinda final en el Picón Blanco, el juez final de la carrera. Puede ser la jornada reina. La general quedará definida.
Pero si quedan dudas para el podio, la crono de 12 km entre la Ciudad de Telefónica y su sede histórica de Gran Vía 28, fijará la foto final. La ceremonia de premios tendrá lugar, como es habitual, en Cibeles.