Una hora y 45 minutos de reunión a solas, en el edificio parlamentario situado en diagonal al Congreso de los Diputados. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha tenido su quinta reunión privada con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. En el encuentro, Feijóo ha llevado un documento con 12 puntos de asuntos y propuestas, que ha entregado en mano a Sánchez. Durante la rueda de prensa en el Congreso, el expresidente de la Xunta ha expresado su sorpresa sobre el hecho que su contraparte no hubiera llevado ningún papel ni entregado ningún escrito.

El líder conservador ha dicho haberle «pedido que dé marcha atrás con la moción de censura de Bildu», en alusión al acuerdo que se concretará el próximo 28 de diciembre, en el que PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra apoyarán la moción de EH Bildu para echar a UPN de la alcaldía.

«Esta es la institución más preciada para Bildu», ha opinado, y le ha sugerido a Sánchez que «llame al señor Esparza» y «buscar formas alternativas» para que la alcaldía «siga en manos de UPN».

Feijóo ha dicho que tiene «autoridad moral» para reclamar Iruñea al PSOE porque gracias al PP gobierna el partido de Sánchez manda en Gasteiz y cogobierna Gipuzkoa

Ha afirmado tener «autoridad moral» para plantear esto porque el PP bajo su dirección «ha facilitado que la alcaldía de Vitoria la tenga el PSOE y no Bildu», algo similar a lo ocurrido en Barcelona y también en la Diputación de Gipuzkoa, como ha querido resaltar.

«Sánchez me ha dicho que no, que va a facilitar que haya un alcalde de Bildu en la capital de Navarra, rompiendo todas las reglas políticas y morales de lo que se ha hecho en España en los últimos 45 años. No he tenido ninguna posibilidad de cambio de postura», ha agregado.

Al respecto, también ha comentado que la alcaldesa de Iruñea lo ha invitado a que participe del pleno que tratará la moción pero que él desiste de ir. «No intento tensionar más un pleno que es ya lamentable. Mi presencia es innecesaria», ha añadido.

Renovación judicial

La otra mayor novedad de la reunión ha sido la propuesta de Feijóo para que altos cargos de la Comisión Europea sean «supervisores» de la negociación y el acuerdo eventual que se alcance entre el PP y el PSOE sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Durante su comparecencia ha dicho que sería «una falta de respeto a la CE» comparar esto con un «mediador salvadoreño especializado en bandas armadas», como calificó al facilitador que participa de las reuniones entre soberanistas catalanes y el PSOE.

Feijóo ha dado como condicionamientos que el Gobierno «se avenga a cumplir con las dos exigencias de la Comisión Europea», en cuanto a la independencia de los jueces designados y a que se renueve la ley para evitar futuros bloqueos. Al respecto, Feijóo ha dicho que Sánchez le ha manifestado su acuerdo con esta iniciativa y que el interlocutor del Ejecutivo será el ministro Félix Bolaños, algo que el líder gallego ha lamentado porque en las oportunidades anteriores le ha «mentido».

Entre los «requisitos» que el PP considera línea roja están que haga falta una «mayoría reforzada de tres quintos» para definir la renovación del órgano judicial, algo que al parecer Sánchez también le ha señalado estar de acuerdo, y la hoja de ruta sería en paralelo negociar los nuevos miembros del CGPJ y el nuevo proyecto de nombramientos.

«Mi compromiso es aportar lo que pueda para solucionar esta crisis y hacerlo con garantías de independencia del Poder Judicial. Es una evidencia que se vive una crisis y que no confiamos en el Gobierno. Tememos que se haga lo mismo con el CGPJ que lo que se hizo con el Tribunal Constitucional y la Fiscalía General del Estado», ha recalcado. Y ha añadido que de Sánchez «no se fían tampoco sus socios».

Desde el Gobierno, Alegría ha considerado «positivo» que Bruselas «medie y verifique» en la renovación judicial

Ante una pregunta, ha respondido que el PP ha hecho «sondeos» informales con funcionarios de la Comisión y les han respondido favorablemente. «Nos dijeron que sí, que estarían dispuestos», asegura, pero admite que la negociación debe avanzar rápidamente porque todos los cargos políticos dejarán de serlo en junio próximo, al renovarse el Parlamento Europeo.

Un largo rato después de las palabras de Feijóo, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha confirmado las declaraciones del líder de la oposición y ha considerado «positivo» que Bruselas «medie y verifique» las negociaciones y el acuerdo. «Todo lo que sea restablecer la normalidad institucional y que el PP cumpla con la Constitución será más que bienvenido», ha recalcado.

Fuentes de Génova han informado que creen que quien acabará siendo «verificador» de los acuerdos es el propio comisionado de Justicia, Didier Reynders, ex viceprimer ministro de Bélgica y un político del espectro centro-liberal.

Un solo acuerdo

La única completa coincidencia entre ambos líderes ha sido la reforma del artículo 49 de la Constitución Española en el que se refiere con la palabra «disminuidos» a las personas con discapacidades o diversidad funcional. Feijóo ha dicho que será «un hito» que haya un proyecto de ley con la firma del Grupo Popular y Grupo Socialista al respecto aunque ha aclarado que de ninguna manera aceptará, como pide Yolanda Díaz, que se haga un referéndum al respecto.

Este asunto también ha sido ratificado por la ministra Alegría: «Esta es una reforma social de nuestra Constitución, de justicia y necesaria, que da respuesta a una deuda que tenía nuestro país con las personas con discapacidad».

Al estar de acuerdo en estos mínimos, se espera que la semana que viene será presentado el proyecto al respecto y que será aprobado en un pleno en enero, mes en que no suele haber sesiones pero la presidenta Francina Armengol ha dispuesto que mes hábil, y está previsto que haya, al menos, dos plenos.

Irónico Feijóo: «Ha respondido a las expectativas; se podía esperar muy poco y hemos conseguido poco. El Gordo es para los socios del gobierno»

Todo lo demás que han tratado ha sido en la discordia. De hecho ya Feijóo, al comenzar a hablar, lo ha dejado asentado: «Les adelanto que a España no le ha tocado el Gordo (de la Lotería), el Gordo está reservado para los socios del gobierno y para el independentismo. El encuentro ha sido oportuno, por respeto institucional, y celebrado en forma adecuada. Y ha respondido a las expectativas: se podía esperar muy poco y hemos conseguido poco».

Además, ha criticado que Sánchez no presentara »ni un papel» con nada de lo que le proponía y que no haya tenido «voluntad de rectificación en casi nada». Por su lado se ha jactado de haberle dado en mano «un documento concreto» con todas las preguntas y propuestas porque «es la forma más honesta y decente» para trabajar.

Feijóo ha señalado que lo primero que le expresó a su contraparte fue el pedido de «volver al Estado de Derecho y al respeto de la ley por igual de todos los españoles y que retire la ley de amnistía». También le ha solicitado que «antes» de comprar dos mil millones de euros en acciones de Telefónica se intente «tocar la regulación» para «mantener la españolidad» de la empresa.

Fuentes del PP han informado a NAIZ de que la reunión ha sido a solas, sin nadie más participando en ella y que ha durado casi una hora y 45 minutos, en el edificio de enfrente al Congreso, en donde hay oficinas de parlamentarios y salas de reuniones. Han relatado los fotógrafos que pudieron entrar para hacer fotografías que tanto Sánchez como Feijóo tenían una expresión muy seria aunque mostraron sonrisas cuando comenzaron los flashes.

Sanchez entró a las 10.20h al edificio caminando mientras que Feijóo lo hizo antes y por el garaje, evitando ser fotografiado en la entrada. El PP tampoco difundió imágenes del momento del apretón de manos. Tanto ello como el tono de mucha decepción en la rueda de prensa no parece casual: la razón puede encontrarse en lo que dijo Santiago Abascal el miércoles en el hemiciclo y el rechazo tajante expresado este viernes por la idea del verificador. El PP sabe que Vox espera exaltar el bipartidismo para volver a crecer.