Iñaki Irigoien

El humor inglés navideño se ceba en el British Museum

A aquellos lectores que peinen canas no les resultará extraña la mención al humor inglés, ya que seguramente recordarán las múltiples series producidas en Inglaterra que se pasearon por las pantallas de televisión en los años 70 y 80 del siglo pasado. Ahora está pasando... en el British Museum.

Mármoles del Partenón, en el British Museum de Londres.
Mármoles del Partenón, en el British Museum de Londres. (Daniel Leal | AFP)

En mi caso, si tuviera que elegir una, sería sin lugar a dudas ‘Spitting Image’, un programa de marionetas de humor satírico con alto contenido político y social. Me resultan inolvidables las marionetas de Margaret Thatcher o de la familia real británica. Cabe recordar a los lectores más jóvenes que este programa en el que se ridiculiza a toda la clase política y la monarquía británica se emitía en Inglaterra, mientras que en el Estado español la mera mención de que algún miembro de la casa real de los españoles era corrupto, ladrón o promiscuo era garantía de juicio con una más que probable sentencia condenatoria por insultos a la Corona.

El humor inglés no se limita a sus programas humorísticos o al siglo pasado. Y ahora, con las nuevas tecnologías, es posible que una versión más generalizada sea accesible a todo el mundo. Como ejemplo, el concurso anual de la cadena de televisión Gold, a través de X (antes Twitter). donde se premian los 10 mejores chistes del año. El ganador por goleada este año ha sido un chiste dirigido al archiconocido British Museum, que este año ha estado más en las noticias de lo que le hubiera gustado por razones equivocadas. Y este chiste de 2023 no es más que la guinda a su annus horribilis.

Primero fue la noticia de que más de 1.500 artilugios de su colección habían sido robados, en lo que la dirección del museo asume casi seguro como un robo llevado a cabo por una persona que es parte del personal y que ha ido sustrayendo los objetos durante un largo periodo de tiempo sin ser detectado. Pero la persona detrás de los robos puede que no sienta ninguna sensación de culpa por sus acciones ya que el British Museum es considerado por muchos la mayor exposición del mundo de objetos robados, y ya se sabe, «el que roba a un ladrón…»

Si no, que se lo pregunten a los griegos, que sin quererlo son los protagonistas de la segunda noticia por la que el British Museum ha acaparado titulares. Ha sido al verse envuelto en una confrontación con el gobierno heleno sobre la propiedad de los mármoles del Partenón que actualmente se encuentran en el museo, después de ser robados de Grecia, y cuya devolución lleva décadas siendo reclamada por el Gobierno griego.

La defensa del British Museum, y en este caso sin la más mínima intención de mostrar el humor inglés, es que consideran que la división de los mármoles del Partenón entre Atenas y Londres es un beneficio para la humanidad ya que de esa manera se puede disfrutar de ellos en dos lugares del mundo, a lo que el gobierno heleno contestó a ver si opinarían lo mismo si se dividiera la Mona Lisa en dos partes para el «disfrute» de más gente.

El British considera la división de los mármoles entre Atenas y Londres como un beneficio para la humanidad porque permite disfrutar de ellos en dos lugares del mundo. Un chiste, este sí, difícil de superar

 

La verdadera razón por la que el British Museum se opone a la repatriación de los mármoles del Partenón no es otra que la apuntada anteriormente: el hecho de que son decenas, cientos, miles los objetos robados expuestos en el museo, y si devuelven los mármoles del Partenón, ¿qué sería lo siguiente? Vamos, que es posible que todos esos pueblos a los que expoliaron durante siglos crean que tienen motivos para exigir la devolución de todo lo robado.

En este contexto, y con el característico humor británico, el chiste ganador ha sido escrito por un tal Chris Douch, de Oxfordshire, quien en su propuesta ha conseguido combinar las navidades con el British Museum. Traducir no es nunca fácil y traducir chistes aún menos, sobre todo si se tiene que explicar el chiste al perderse las referencias culturales, gramaticales y de otra índole. En cualquier caso, es el siguiente, «Did you hear about the Christmas cake on display in the British Museum? It was Stolen». Una traducción aproximada: «¿Te has enterado de lo del pastel de navidad exhibido en el Museo Britanico? Ha sido robado».

Ahora, la explicación. Stolen es efectivamente robado, pero también con una pronunciación similar, aunque deletreado Stollen, es una especie bizcocho navideño de frutas, lo cual permite un juego de palabras que se pierde en la traducción. Lo que no se pierde es el hecho de que los británicos, y no sólo ellos, aprovecharon la colonización no sólo para robar los recursos naturales sino que también los de carácter cultural. Y no están dispuestos a devolverlos.