Joseba Asiron vuelve a ser alcalde de Iruñea. El guion de la moción de censura se cumplió y obtuvo los quince votos de los grupos que firmaron la moción de censura (EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin), mientras que UPN y PP (once) se manifestaban en contra. Entretanto, en la calle se desataba la alegría de los partidarios del nuevo alcalde.
Se cumplió el guion, pero hubo algunas sorpresas. De hecho, ayer por la mañana tuvimos dos plenos. La todavía alcaldesa convocó uno extraordinario para aprobar dos cuestiones que estaban pendientes, porque decidió suspender unilateralmente el pleno del 14 de diciembre como reacción a la presentación de la moción de censura. Se debía aprobar una reforma de la contribución que suponía un aumento de la recaudación de 250.000 euros. Ibarrola lo hizo porque se enteró de que Asiron iba a convocarlo por la tarde, tras ser nombrado nuevo alcalde. UPN decidió embarrar el terreno de juego hasta el último minuto. La semana pasada se negaba en redondo a convocarlo.
Para rizar el rizo, UPN y PP se abstuvieron en este punto a pesar de que el 14 de diciembre iban a votar a favor. Se aprobó gracias a los firmantes de la moción de censura. También salió adelante una partida de 3.000 euros para la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
En ese mismo pleno, se conoció oficialmente la renuncia de Tomás Rodríguez a asumir el acta de concejal del PSN que debía haber obtenido el 14 de diciembre, en el pleno suspendido. Finalmente, el sustituto de la ministra Elma Saiz será Miguel Matellanes, pero tomará posesión en el primer pleno que Asiron presida como alcalde en esta segunda etapa. Si todo hubiera ido como estaba previsto, la moción de censura debería haber tenido 16 votos. Pero tuvo quince, aunque realmente no afecta al resultado.
Encontronazo con el tiempo
Tras el primer Pleno, empezó el segundo, el que todo el mundo esperaba, el de la moción de censura. Y en este también hubo protestas de UPN, porque Koldo Martínez (Geroa Bai), presidente de la Mesa de Edad, fijó en seis minutos el tiempo para la intervención de la todavía alcaldesa y del aspirante.
María Caballero (UPN) denunció que se intentaba coartar la expresión de Cristina Ibarrola y varios ediles de este grupo y la todavía alcaldesa protestaron airadamente, destacando que debían ser diez minutos de intervención.
«En este Pleno mando yo», respondió Martínez. El secretario avaló que la normativa solo habla de un «tiempo breve» y que definirlo corresponde a la Mesa de Edad.
En cualquier caso, fue una tormenta en un vaso de agua, ya que finalmente Ibarrola habló once minutos uniendo su turno como alcaldesa y el del grupo de UPN.
En esos once minutos, repitió los mismos argumentos que ya había empleado durante las dos últimas semanas. «Usan el bisturí para matar, no para curar». «Nos han matado antes de nacer». «Pedro Sánchez es el Judas que ha vendido Pamplona». «Los concejales del PSN son marionetas, cómplices y han traicionado a Pamplona». Aquí también cumplió el guion. Al finalizar la sesión, acusó a Asiron de haber atacado a su familia y soltó la perla que se convirtió en viral en las redes sociales nada más abrir la boca: «Prefiero fregar escaleras que pactar la Alcaldía con EH Bildu».
Asiron, prudente
En este contexto, Asiron optó por renunciar a su turno de palabra. Tampoco lo hizo la portavoz de EH Bildu, Garbiñe Bueno. Posteriormente, explicó que tomaron esta decisión para rebajar el nivel de tensión que buscaba UPN.
En una comparecencia ante los medios tras ser nombrado alcalde y salir al balcón del Ayuntamiento a saludar, Asiron destacó que el de ayer era un día feliz, pero reclamó empatía con quienes vivían una jornada amarga por haber perdido el poder municipal.
Asimismo, el nuevo primer edil pidió rebajar el nivel de insultos que ha marcado en los últimos tiempos la política municipal iruindarra y auguró una «oposición contundente» por parte de UPN, «como hemos hecho nosotros».
Asiron también se manifestó dispuesto a pedir perdón si ha podido ofender a la familia de Ibarrola, pero subrayó que la petición de información sobre las joyas que lució en la procesión de San Fermín era un acción política.
Marina Curiel (PSN) destacó que son «la llave para que Pamplona avance y para hacer proyecto de ciudad» y que aprobaron la moción de censura porque se sostiene en un acuerdo político que incluye aspectos como un plan de convivencia, la despolitización de los sanfermines o el respeto a las víctimas.
Koldo Martínez reivindicó el papel de Geroa Bai en la gobernabilidad de Iruñea y subrayó la «normalidad democrática» que refleja que quince concejales escojan alcalde por encima de la oposición de once. Además, lamentó que las protestas de UPN por el reparto del tiempo anticipan la actitud que este grupo mantendrá durante la legislatura.
Para Carlos García Adanero (PP) todo está claro: «La moción es un pago a los votos de EH Bildu en Madrid. Esta moción se ha decidido en Madrid y sirve para el blanqueamiento de EH Bildu».
Txema Mauleón (Contigo-Zurekin) puso en valor que los concejales que votaron a favor de la moción suponen el 55% de los votos de la ciudadanía iruindarra y que son más que los once ediles de la derecha. Además, subrayó que UPN ha sido incapaz de alcanzar acuerdos.