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Tres años y medio de cárcel para el joven condenado por la muerte de Santi Coca

El joven al que un jurado consideró responsable de la muerte del menor Santi Coca tras recibir una paliza en Donostia en abril de 2019 ha sido condenado a tres años y medio de cárcel como autor de un delito de «homicidio imprudente».

Imagen de archivo del juicio por la muerte de Santi Coca.
Imagen de archivo del juicio por la muerte de Santi Coca. (UNANUE | EUROPA PRESS)

El joven considerado responsable de la muerte de Santi Coca en Donostia ha sido condenado a tres años y medio de cárcel.

La sentencia del caso, a la que ha tenido acceso Efe, le impone asimismo una multa de 420 euros como responsable de un delito de lesiones y le obliga a compensar con 72.438 euros a los padres del fallecido y con 20.696 euros al hermano de este.

Además, la resolución absuelve a los otros cuatro jóvenes que fueron imputados en el caso, tres de ellos tras ser declarados no culpables por el jurado y el cuarto después de que le fueran retiradas las acusaciones durante el juicio oral.

Un sexto encausado, al que una de las acusaciones atribuye haber propinado una «última y brutal patada en la cabeza» a Santi Coca durante la paliza, se encuentra fugado en paradero desconocido y no pudo ser juzgado en la vista con jurado que se celebró en la Audiencia de Gipuzkoa entre mediados de noviembre y primeros de diciembre del año pasado.

La sentencia ha seguido la senda marcada por el veredicto del jurado, dado a conocer el pasado 5 de diciembre. Entonces, la Fiscalía había mantenido la acusación contra los cuatro procesados citados, argumentando que con la paliza propinada al joven todos ellos asumieron el riesgo de que falleciera, como ocurrió.

Por su parte, al abogado de la acusación popular, Eduardo Ruiz de Erenchun, señaló que el veredicto no le satisfacía «en absoluto», aunque consideró muy importante que sí se hubiera considerado que la muerte fue traumática, porque habría resultado muy duro para la familia que se planteara que la causa de la muerte no se conocía o que «se sugiera incluso que puede ser natural».

La defensa de los acusados señaló en ese momento que la muerte de Coca «fue una desgracia, no un homicidio».

Madre: «No puede ser que el resto se libre»

Fátima Hacine, madre de Santi Coca, se ha mostrado «relativamente satisfecha, aunque escrito con letra muy pequeña» por la condena, pero ha lamentado que «el resto se libre».

«Simplemente, no puede ser», ha insistido Hacine en declaraciones a Efe tras conocer la sentencia.

Hacine ha valorado que, «dentro de lo poco que se ha juzgado», la pena impuesta el único condenado «se aproxime» a la petición máxima de cuatro años que reclamaron la Fiscalía y el resto de acusaciones.

No obstante, ha dicho estar «bastante disgustada» porque, a su entender, «si el argelino hubiera estado en el juicio» es posible que «teniendo en cuenta el contexto» hubiera podido incriminar al resto y «el resultado hubiera sido otro». Se refería a un sexto imputado que no ha podido ser juzgado por encontrarse huido.

Ha lamentado en este sentido que, por distintos supuestos errores, según ha indicado, el joven fugado no haya podido ser extraditado para ser juzgado en Gipuzkoa a pesar de haber sido interceptado en el Estado francés.

En cuanto a la indemnización de más de 165.0000 euros que, según la sentencia, el único condenado hasta el momento deberá abonar a los parientes de Santi Coca, ha aclarado que se trata de un dinero que «no llegará» a la familia porque el procesado «al final es insolvente».

Respecto a la posibilidad de recurrir la sentencia condenatoria ante el Tribunal Superior de Justicia de la CAV (TSJPV), Hacine ha puesto esta posibilidad en manos de la Fiscalía, al tiempo que ha desvelado que el Ayuntamiento de Donostia, que ejerce la acción popular, es favorable a ello.

Hacine se ha mostrado contraria a la figura del tribunal del jurado por las dudas que le suscita el desconocimiento de si los ciudadanos elegidos para integrar esta institución se encuentran «capacitados» para ello.

Finalmente, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a colaborar con su familia para sufragar los gastos del juicio, al tiempo que ha mostrado su agradecimiento a las personas que ya lo han hecho.