Javier Gutiérrez y Nathalie Poza encarnan a un matrimonio en destrucción, una pareja en ruinas. Solo su hijo los mantiene unidos.
Pero este muere en un accidente absurdo a miles de kilómetros de casa, en los Estados Unidos, durante una visita a los abuelos paternos, y a los protagonistas ya no los une nada, salvo la necesidad de repatriar el cadáver de su hijo.
Emprenderán entonces un desesperado viaje por la geografía del país y por su propia geografía sentimental, en el que tratarán de conseguir a cualquier precio el dinero que necesitan para recuperar el cuerpo de su hijo, teniendo que manejar una extraña e insospechada compañía.
Según dijo su director, «la idea surgió de la historia de unos vendedores que venden a puerta fría hasta que evolucionan en un espectacular viaje». Sobre la mezcla de estilos, el director afirmó que tiene un poco de road movie y un poco de thriller, pero que sobre todo es una historia de amor entre los personajes.