La adjudicación de las obras de los túneles de Belate ha sido el argumento que ha buscado el líder de UPN, Javier Esparza, para arremeter contra el Gobierno de Nafarroa y especialmente contra la lehendakari María Chivite, señalando que ese proceso «apesta», mientras el Ejecutivo ha defendido su legalidad.

El Pleno del Parlamento navarro ha vuelto a ser escenario de este nuevo ataque de Esparza, quien ha recurrido a una pregunta de máxima actualidad para sacar a colación la cuestión interpelando directamente a la presidenta.

Ha basado su intervención en las críticas vertidas por dos letrados y el interventor en ese proceso de adjudicación, quienes emitieron sendos votos particulares por su disconformidad en la valoración de las ofertas y la solvencia del ganador, y apuntaban a indicios de arbitrariedad.

Basándose en esas críticas, Esparza ha señalado que en la adjudicación de la mayor obra pública en diez años en Nafarroa «surgen espacios oscuros, cuestiones nada claras y votos particulares que nos generan intranquilidad».

El líder de UPN ha mostrado su enfado porque el representante del Ejecutivo que le respondía era el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, en lugar de la propia lehendakari, a la que ha preguntado «¿por qué se esconde?, ¿a qué tiene miedo?».

Y como posible explicación, ha añadido que la citada adjudicación «empieza a oler mal. No sería la primera vez que un gobierno socialista nos roba».

Acto seguido ha desgranado las reticencias de tres de los ocho componentes de la mesa de contratación, quienes han destacado, según ha asegurado, que en la adjudicación «ha resultado clave la puntuación técnica», a pesar de que «los letrados dicen que no se exponen las razones de las puntuaciones», de tal manera que veían «vicios procedimentales».

Incluso ha deslizado que se ha llegado a asegurar que la obra de desdoblamiento de los túneles se ha adjudicado «a quien las malas lenguas dicen que había que adjudicar». De hecho, ha afeado que la mesa de contratación estuviera presidida por una persona de 73 años a la que el Gobierno «ha puesto a dedo y es clave en la adjudicación».

Esparza ha concluido asegurando que «el Parlamento abrirá el caso Belate, porque apesta».

No ha sido suspendida

En su réplica, el consejero Chivite ha dicho que, como titular de Cohesión Territorial tiene «la autoridad para responder a su pregunta» y ha afirmado contundente que «el proceso de adjudicación y licitación es completamente legal y transparente».

Ha asegurado que le produce «desconcierto que [Esparza] aliente la especulación», le ha pedido que «no genere dudas permanentes por todo y sobre todo», y le ha espetado que como líder de la oposición «debería conocer cómo funciona la mesa de contratación», que está integrada por personal funcionario de diversos ámbitos, sin presencia de políticos y cuyas decisiones se adoptan por mayorías.

Ha reprochado al líder de UPN que «está poniendo el foco en la tramitación, en el debate de los técnicos, que es lo que propician las mesas de contratación para que no haya una adjudicación arbitraria».

Y ha recordado que «todos los miembros de la mesa firmaron las actas más allá de sus votos particulares». Chivite ha puesto de relieve la importancia de este hecho, ya que «el interventor puede paralizar el procedimiento si no se cumplen los pliegos. Si hubiera habido una irregularidad manifiesta, el proceso se hubiese suspendido. Ninguna empresa ha hecho ninguna reclamación, solo ustedes».

Y ha concluido pidiendo a Esparza que se dedique «a hacer propuestas constructivas».