En 1609, Pierre de Lancre ordenó quemar en la hoguera a 80 supuestas brujas en Ipar Euskal Herria. La miniserie ‘Hijas del fuego’ narra cómo esta persecución fue, en realidad, un proceso de adoctrinamiento, represión y violencia contra las mujeres que se salían de la norma.
Ángela Molina encabeza el reparto dando vida a Gratianne Elissalde, matriarca de una familia y curandera del pueblo. Gratianne es una mujer sabia que utiliza sus conocimientos y sus habilidades para tratar enfermedades, curar heridas y realizar abortos.
Sus tres hijas han crecido rodeadas de estas prácticas, encontrando cada una su propio lugar en el mundo. La hermana mayor, Jeannette (Anabel Lopez), ha heredado de su madre sus habilidades como curandera, pero se niega a ejercer y prefiere llevar una vida convencional como esposa y madre. La mediana, Catherine (Lizzie Brocheré), es una mujer independiente que, tras quedarse viuda y sin hijos, dirige con éxito el negocio ballenero de su marido sin ayuda de ningún hombre. La hermana pequeña, la inocente Morguy (Zoé Adjani), pasa sus días soñando despierta y sin preocupaciones.
La vida de estas cuatro mujeres corre peligro cuando Pierre de Lancre (Bruno Debrandt) irrumpe en la región. El rey Enrique IV de Francia le ha enviado para investigar la denuncia del aristócrata Lord d’Urtubie (Guillaume de Tonquedec), quien acusa a Gratianne de brujería.
Su objetivo: chantajear a Catherine, obligarla a casarse con él y hacerse así con su pujante negocio. Aterrorizado y obsesionado con la libertad y el conocimiento de las mujeres, De Lancre comenzó una de las cazas de brujas más terroríficas del Estado francés.
Pierre de Lancre
Para escribir ‘Hijas del fuego’, las jóvenes creadoras Giulia Volli y Maïté Sonnet, nominadas en la categoría de guionista revelación en el prestigioso Festival Series Mania, se basaron en el libro de Pierre de Lancre ‘Tratado de brujería vasca: descripción de la inconstancia de los malos ángeles o demonios’ (1613).
El juez relata todos sus interrogatorios y juicios en esta obra, una fuente extraordinaria de material para contar la verdadera historia de unas mujeres que, lejos de tener pactos con el demonio, fueron perseguidas por ser libres, curar y tener conocimientos.
Magaly Richard-Serrano (‘Contra las cuerdas’) es la directora de esta ficción que fue rodada en espectaculares enclaves como las cuevas de Zugarramurdi, la catedral de Baiona, las playas de Senix, el fuerte de Sokoa en la bahía de Donibane Lohizune, el castillo de Cazeneuve o el majestuoso baserri Ortillopitz en Sara.