San Mamés acogerá la final de la Champions Cup de rugby en 2026, además de la final de la Challenge Cup, competición a la que ha sido relegado Aviron Bayonnais. De esta forma, las dos máximas competiciones europeas de clubes de rugby regresan al estadio bilbaino, tal y como lo hiciera hace seis años, en 2018, cuando Leinster y Racing 92 se midieron en una épica final que supuso el cuarto cetro continental para el equipo de Dublin.

Será el tercer gran evento deportivo que acogerá San Mamés en tres años. El próximo mayo será sede de la final de la Champions femenina y el próximo año, en 2025, de la final de la Europa League masculina, confirmándose entre los estadios más atractivos para acoger un evento deportivo de tal magnitud.

Tras un proceso de licitación realizado en conjunto por la EPCR con The Sports Consultancy, que recibió ofertas de 23 estadios en 12 países, la Junta de la EPCR otorgó la EPCR Challenge Cup 2026 y la Investec Champions Cup 2026 al «magníficamente equipado estadio de San Mamés en Bilbao», ha comunicado el propio Athletic Club. 

«La elección de ciudades anfitrionas como Bilbao refleja nuestra ambición: ofrecer grandes experiencias a aficionados, clubes y partes interesadas. Sabemos que Bilbao atraerá espectadores y acercará nuestro deporte a más aficionados, ya que es una maravillosa ciudad anfitriona», ha asegurado Dominic McKay, presidente de la organización EPCR.

San Mamés, por tanto, tomará el testigo al estadio del Tottenham Hotspur (Londres) y al Principality estadio de Cardiff, sedes de ambas finales este año y en 2025, respectivamente.

Cabe recordar que San Mamés acogerá en los próximos meses dos eventos deportivos históricos más: la final de la UEFA Women's Champions League el próximo 25 de mayo y la final de la UEFA Europa League en 2025.

Aviron en Anoeta

El Aviron Bayonnais, por su parte, regresará esta temporada a Anoeta para disputar una jornada del Top14. La cita será el 30 de marzo, en plena Semana Santa, ante el Toulon. 

La visita del equipo lapurtarra a Anoeta fue motivo de fiesta el año pasado, con hasta 30.000 espectadores gozando de un partido de una de las mejores ligas de Europa, el Top 14 del Estado francés. El Aviron no pudo superar al Pau (20-30) en el regreso del rugby al estadio donostiarra. 

Fue un toma de contacto para lo que vendría meses después, con las semifinales del Top14. La Rochelle y Toulose lograron el pase a la final en un fin de semana en el que el balón ovalado conquistó Donostia.