Menuda sorpresa se han llevado este lunes las personas que han pasado por la donostiarra calle Easo, bien a pie o bien en algún tipo de vehículo. «¿Han abierto aquí una comisaría de la Policía española?», se preguntaba más de uno.

Y es que las antiguas instalaciones de los bomberos municipales, donde ahora tienen sus oficinas y vestuarios los agentes de Movilidad, lucían esta mañana una bandera rojigualda y un cartel policial sobre su entrada.

La solución al misterio está en el cine. Tanto el exterior como el patio interior del edificio –donde el protagonista era para un viejo Ford Fiesta– forman parte del escenario de la película ‘La infiltrada’, dirigida por la cineasta Arantxa Echevarria, autora de las aplaudidas ‘Carmen y Lola’ y ‘Chinas’. También estaba previsto rodar en las cercanas calles Urdaneta y Larramendi, así como en las instalaciones del Club de Tenis, en Ondarreta.

Este largometraje, protagonizado por la actriz Carolina Yuste, cuenta la historia de Elena Tejada, una agente infiltrada desde 1992 durante siete años en medios abertzales, y que se afirma que llegó a convivir durante un año con los miembros de un comando que fueron detenidos en Donostia por este cuerpo policial.

Según recordó el historiador Iñaki Egaña en un extenso reportaje titulado ‘Infiltrados, una historia larga y sangrienta en Euskal Herria’, que fue publicado hace un año en NAIZ, su infiltración «provocó la huida de otros compañeros de los detenidos, entre ellos la de José Luis Geresta, que murió poco después en extrañas circunstancias».