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Para Netanyahu, pedir a Israel no asaltar Rafah es «decirle que pierda la guerra»

Israel inició sus ataques en el norte, ordenó a los palestinos que huyeran hacia Rafah, en el sur, que ahora quiere asaltar. Los palestinos no quieren volver a ser desplazados. Están totalmente agotados, frustrados, heridos y han perdido a miles de los suyos.

Mujer palestina camina entre los escombros de edificios destruidos en Rafah.
Mujer palestina camina entre los escombros de edificios destruidos en Rafah. (Said KHATIB | AFP)

Aumentan las voces de alarma y las críticas por el inminente plan de asalto a la ciudad de Rafah, hogar de más de la mitad de la población desplazada de Gaza. Desde EEUU hasta Irán, Reino Unido, Arabia Saudí, Qatar, Marruecos o la Unión Europea hicieron públicos comunicados advirtiendo de una inminente «catástrofe humanitaria» y en el caso de los países árabes adelantaban que habría «serias repercusiones». Hamas advierte de la ofensiva terrestre significaría el fin de las negociaciones sobre rehenes y dice que Benjamín Netanyahu está tratando de «evadir las obligaciones del acuerdo de intercambio».

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en declaraciones a la cadena estadounidense ABC, restó importancia a las crecientes críticas a los planes de entrar en Rafah, y se proyectó desafiante ante el mundo al afirmar que pedirle a Israel que no entrara en la ciudad del sur de Gaza era como decirle al país «que perdiera la guerra». Se comprometió públicamente a proporcionar un paso seguro a los civiles palestinos, pero ofreció pocos detalles, lo que confirmó los peores augurios: lo peor del genocidio del pueblo palestino en Gaza está aún por llegar.

Antes del Ramadán

Según informa CNN, un funcionario israelí habría dicho a la cadena que Netanyahu quiere que la operación de Rafah esté terminada antes del inicio del Ramadán el 10 de marzo. La condena internacional arrecia, especialmente entre los países árabes que podrían celebrar un Ramadán bañado en sangre de sus hermanos palestinos. Qatar, facilitador de las negociaciones entre Israel y Hamás, condena el plan de asalto. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos advierten de que el asalto a Rafah de Israel «amenaza con exacerbar la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza».

Por su parte, las organizaciones de ayuda humanitaria hacen sonar la alarma: un promedio de 95 camiones por día entraron en Gaza entre el 10 de octubre y el 1 de febrero, según la Media Luna Roja Palestina, frente a los 500 que entraban un día antes de la guerra, cuando los palestinos no se enfrentaban en masa al desplazamiento y el hambre. Dos millones de gazatíes dependen de la ayuda de la ONU.

Ataques de Israel matan a dos rehenes israelíes

Según informaron las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamas, en el canal Telegram de la organización, los ataques israelíes en la Franja de Gaza durante las últimas 96 horas mataron a dos rehenes israelíes e hirieron gravemente a otros ocho. «Sus condiciones se están volviendo más peligrosas a la luz de la incapacidad de proporcionarles un tratamiento adecuado. Israel tiene toda la responsabilidad por las vidas de los heridos a la luz de sus continuos bombardeos», dice el comunicado, sobre los rehenes restantes.

Cabe recordar que el principal portavoz militar de Israel, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo el pasado martes que 31 de los rehenes restantes retenidos por Hamás en Gaza estaban muertos. «Hemos informado a 31 familias que sus seres queridos capturados ya no están entre los vivos y que los hemos declarado muertos», dijo en una rueda de prensa. En estos momentos, Israel da por hecho que 136 rehenes siguen con vida.

Mientras tanto, las protestas de las familias de los rehenes frente a la Knesset no cesan, Hamas hizo ayer una declaración clara: cualquier asalto sobre Rafah «haría estallar» las negociaciones de intercambio de prisioneros.