Mariona Borrull

Los tres pilares de la Berlinale 2024: polémicas, ausencias y estrellato

Con el estreno de la nueva película de Cillian Murphy, la 74ª edición del Festival de Berlín dará este jueves su disparo de salida, pero el día ya ha venido marcado por la polémica. La tradicional rueda de prensa del jurado internacional se ha vivido como un espectacular tira y afloja de pullas.

La actriz alemana Pheline Roggan, en la gala inaugural con un cartel contra la presencia del partido ultraderechista AFD.
La actriz alemana Pheline Roggan, en la gala inaugural con un cartel contra la presencia del partido ultraderechista AFD. (JOHN MACDOUGALL | AFP)

La oscarizada Lupita Nyon’go (‘Black Panther’) ya sabía, dice, que se metía en un fregado cuando aceptó liderar el jurado más heterogéneo que recuerdo, con el actor estadounidense Brady Corbet (‘Funny Games’), la directora china Ann Hui (‘Una vida sencilla’), el cineasta alemán Christian Petzold (‘Afire), el realizador de Banyoles Albert Serra, la actriz italiana Jasmine Trinca (‘Manuale d’amore’) y la escritora ucraniana Oksana Zabuzhko.

Nyon’go comentaba: «Ya estamos teniendo discusiones intensas. ¡Puedo decirles que esto será picante (spicy)!».

Lo que no pronosticaba ha sido la crispación general en las preguntas de la prensa. Primero, acerca de la ‘admiración’ que Albert Serra dijo tener hacia Putin en una entrevista en 2018, una frase que el director catalán ha calificado como «intrascendente en el contexto actual» y fuera de contexto.

Aunque Corbet ha salido en su defensa, la ucraniana Zabuzhko ha espetado a su compañero de mesa que «anoche estaba sentada junto a Albert y me dijo que había comprado mi libro. Espero que se eduque un poco». Subrayamos las palabras de Nyon’go: esto será picante, spicy. Luego, acerca de la invitación al partido de ultraderecha alemán AfD a la gala inaugural, que Petzold ha respondido con un seco: «No somos cobardes. Si no podemos con cinco personas en el público, estamos perdidos». Saltan las chispas.

Ausencias
Con muchos ‘peros’. Porque sí, esta edición echamos en falta un ‘20.000 especies de abejas’, que el año pasado se hizo con el Oso de Plata a la Mejor Interpretación Protagonista y el Premio de los Exhibidores Europeos y el Público, con el que hizo aupar el talento vasco.

Sin embargo, según el catálogo de Basque Audiovisual, la presencia vasca ha crecido en el European Film Market, que se celebra en paralelo a las proyecciones públicas y que representa el tercer evento de industria audiovisual más importante del mundo, junto con los mercados de Cannes, tanto de cine como de televisión.

Allí es donde se financian los proyectos del cine del mañana y las películas encuentran sus ventanas internacionales, y allí tenemos los siguientes títulos en desarrollo: ‘Caro Bastiano’, de María Elorza;  ‘Bide guztiak irekiak daude’, de Iratxe Fresneda; ‘Azken agurra’ y ‘Dinosauroak’, de Koldo Almandoz;  ‘Pulsera de pinchos’, de Xabier Iriondo; ‘Purple World’, de Lola Rùi; ‘Itoiz udako sesioak’, de Larraitz Zuazo, Zuri Goikoetxea y Ainhoa Andraka y ‘¡Caigan las rosas blancas!’, de Albertina Carri.

Son proyectos que buscan coproducción, por lo que esperamos dar más noticias al respecto en unos meses y, de hecho, ya anticipamos los estrenos de ‘Itoiz’ y 'Caigan las rosas blancas’ en nuestro adelanto del cine vasco de 2024.

Cillian Murphy produce y protagoniza la adaptación de ‘Cosas pequeñas como estas’. (Ronny HARTMAN / AFP)

Estrellato

Compensando descosidos a base de glamour, la Berlinale ha elevado el listón de su película inaugural con un invitado que seguramente gane el Oscar este año. Cillian Murphy produce (junto con Ben Affleck y Matt Damon, salvadores del ‘cine medio de calidad’ –ya dedicaremos una pieza a estas producciones en peligro de extinción–) y protagoniza la adaptación a la gran pantalla del éxito de ventas de Claire Keegan, ‘Cosas pequeñas como estas’, dirigida por Tim Mielants (‘Peaky Blinders’).

Se trata de un correcto estudio de personaje de un hombre traumatizado en la Irlanda rural de los ochenta, un hombre del carbón y retraído padre de familia que Cillian Murphy esculpe con el cansancio de los viejos, todo espaldas encogidas y suspiros.

Aunque al contrario que su hermanada ‘The Quiet Girl’, la película se resiente del carácter demasiado adusto de su protagonista y de algunas puntas narrativas que no llegan a cerrarse, por suerte la seriedad con la que aborda el oscuro papel de la Iglesia en el pueblo lleva la cinta a mejor puerto que el promedio de las películas inaugurales anteriores del festival alemán. Prepárense, vienen días de emoción.