El uso de los 62.640 metros cuadrados que el soterramiento del tren en Durango dejó libres sigue dando mucho que hablar. 12 años después de la finalización de aquella obra, las fuerzas políticas y las administraciones públicas no se ponen de acuerdo y siguen surgiendo nuevos proyectos. Después de que primero la voluntad popular, mediante una encuesta en 2021, y luego una sentencia del TSJPV echasen por tierra el plan del PNV para construir cinco torres de dieciocho alturas en este suelo, los jeltzales han relanzado otro de sus proyectos pero con un cariz muy diferente.
Este mismo viernes, el Ayuntamiento (recuperado por PNV y PSE en las elecciones de 2023 con el apoyo del PP) ha anunciado un acuerdo con Osakidetza para la ubicación de un Centro de Alta Resolución. Según los jeltzales, el objetivo es «reforzar la atención sanitaria de Durango y Durangaldea, mediante un hospital que contará con con Atención Primaria, Pediatría, Consultas Externas, Diagnóstico Avanzado como mamografías o TAC, Hospitalización a Domicilio, Atención Sociosanitaria y unas Urgencias potentes las 24 horas del día».
El Consistorio señala que los próximos pasos a dar serán la firma de un convenio con el Gobierno de Lakua, en el que ya están trabajando con Euskal Trenbide Sarea, y la modificación de las normas subsidiarias en el ámbito del PERI Ferrocarril. Osakidetza, por su parte, iniciará la elaboración del plan funcional y la preparación de pliegos para la redacción del proyecto.
El proyecto de viviendas, en «stand-by»
Con este proyecto, que ya presentaron en 2022 y fue uno de los pilares de la campaña de las elecciones municipales de 2023, el PNV pretende sobreponerse de su fracaso a la hora de intentar poner en marcha su anterior planteamiento, que todavía no ha aparcado del todo.
Tras el soterramiento de las vías hace ya más de una década, el Gobierno de Lakua y Eusko Trenbide Sarea (ETS) presentaron el proyecto PERI1 donde se proyectaba la construcción de cinco torres de 18 plantas de altura. El gasto de aquella obra se cuadriplicó hasta alcanzar los 232 millones, y Lakua pretendía compensar parte de ese desembolso con las plusvalías urbanísticas. El proyecto estuvo paralizado durante varios años, pero en 2018 el Ayuntamiento de Durango anunció su intención de comenzar a construirlo.
Sin embargo, parte de la población se opuso a dicha construcción alegando que Durango necesitaba un «pulmón verde» y no más cemento. También la plataforma Herriaren Eskubidea llevó el proyecto a los tribunales al entender que había «reiteradas irregularidades».
En las elecciones municipales de 2019 hubo un gran giro de los acontecimientos. Un acuerdo entre EH Bildu y Herriaren Eskubidea-Elkarrekin Podemos desbancó al PNV de la alcaldía, y el nuevo equipo de Gobierno cambió los planteamientos para esos terrenos. En marzo de 2021 puso en marcha una consulta con la siguiente pregunta: ‘¿Está a favor de paralizar el proyecto PERI1 ferrocarril y poner en marcha el estudio de una alternativa viable que cuente con un proceso de participación ciudadana?’. 6680 durangarras (94,4% de los que votaron) se mostraron a favor de paralizar el proyecto.
Tras varios litigios y con el proceso enquistado, a finales de 2021 Lakua y el Ayuntamiento de Durango llegaron a un preacuerdo en el que la edificabilidad se reducía a un 36% pasando de las 554 viviendas contempladas a alrededor de 400, de las cuales 310 serían libres y 90 de VPO, y las torres no pasaría de las 8 plantas.
Además, en junio de 2023 el TSJPV dio la razón a Herriaren Eskubidea y estimó que el proyecto principal era ilegal. Euskal Trenbide Sarea presentó un recurso de casación, pero hace unos días el TSJPV lo ha desestimado.
La construcción de esas torres parece bloqueada de momento, pero el PNV, que recuperó la alcaldía en las últimas elecciones municipales pese a que EH Bildu fue la fuerza más votada, avanza ahora en su otro proyecto: el centro hospitalario, que ocupará solo parte de los terrenos.
«Se trata de un proyecto estratégico para Durango, motivo por el cual debe desarrollarse de manera transparente e incluir un proceso de participación ciudadana que permita alcanzar el consenso más amplio posible», ha señalado la alcaldesa jeltzale, Mireia Elkoroiribe, obviando que tanto el PNV como el PSE rechazaron la consulta de 2021.