Representantes de la Delegación Saharaui en la CAV, ayuntamientos colaboradores del programa ‘Oporrak Bakean’, asociaciones y familias de acogida que hacen posible la iniciativa se han reunido este sábado en Donostia para dar a conocer la nueva campaña y los objetivos de cara al próximo verano.

Mohamed Fadel Mojtar, delegado del Frente Polisario en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, ha explicado el contexto del que nace el programa de acogida en verano de niñas y niños saharauis y su importancia para la salud de la población refugiada, así como para dar a conocer el conflicto del Sáhara Occidental y la situación que vive la población saharaui dividida entre el Sáhara ocupado por el régimen marroquí, los campamentos de población refugiada y la diáspora.

«Las condiciones de vida de la población saharaui refugiada están a merced de la ayuda humanitaria internacional y de las condiciones climáticas extremas, cada vez más acuciadas. Además de los habituales problemas de salud», han recordado. Según Médicos del Mundo, solo uno de cada tres menores saharauis recibe la dieta necesaria para un buen crecimiento.

«Esto hace de Oporrak Bakean una verdadera burbuja de oxígeno tanto para los menores que participan como para sus familias, con las que se estrechan lazos muy fuertes», ha recaldado.

Engranaje y solidaridad

En representación de la asociación Hamadako Izarrak, Garazi Etxebarria ha lamentado que, tras los dos años de parón por la pandemia, aún no se han logrado alcanzar las cifras de los años anteriores. Y es que en 2022 participaron 153 familias en la iniciativa y 183 en 2023.

De cara a verano de 2024, se han marcado el objetivo de ofrecer la posibilidad de participar a 300 niñas y niños, «por lo que harán falta el mismo número de familias, o recursos suficientes para acogerles en albergues», han destacado.

«No es fácil lograr que ‘Oporrak Bakean’ se lleve a cabo», ha asegurado Etxebarria, ya que «intervienen los gobiernos saharaui, argelino y español, las comunidades autónomas e instituciones forales y municipales mediante sus departamentos de servicios sociales y de cooperación. Todo un engranaje lleno de complejidad que no giraría sin el empuje y la buena voluntad de muchas personas. Algunas de ellas son las que se han reunido hoy aquí».

Por último, la participante en la iniciativa Estibaliz Barrio, ha dado testimonio de cómo es la experiencia de acoger en tu propia familia a una niña o niño saharaui. Ha detallado las dificultades, los miedos y las anécdotas que acontecen en esos dos meses de verano, pero sobre todo, ha resaltado «la increíble experiencia personal» que supone, tanto para la familia, como para el niño o niña y sus parientes. «Toda una aventura», ha asegurado.

Han aclarado que las actividades más destacadas son las visitas médicas, las excursiones a la playa o la piscina o las fiestas de acogida municipales, para las que cuentan con el apoyo del colectivo saharaui, la Delegación Saharaui, las asociaciones promotoras de ‘Oporrak Bakean’ e ˜incontables clubes y personas que ofrecen experiencias y visitas a la pequeña embajada saharaui».

Para más información sobre el proyecto o inscribirse en la iniciativa, visitar la página web de ‘Oporrak Bakean’.