Al cumplirse dos años de la detención en Polonia del periodista vasco Pablo González, 16 eurodiputados, entre ellos el representante de EH Bildu en el Parlamento Europeo, Pernando Barrena, han suscrito una declaración en la que muestran su apoyo y piden que sus derechos sean respetados.

Europarlamentarios de Grecia, Irlanda, Catalunya, Estado español, Corsica, Alemania, Bretaña y Portugal han suscrito, de esta forma, la declaración realizada por la asociación Free Pablo González.

Recuerdan que en estos dos años «han pasado muchas cosas, tanto en el ámbito personal nuestro como en el mundo». Pero que frente a ello, «una cosa se mantiene inalterable: la prisión de Pablo Gonzalez. 730 días. Dos años».

«Dos años de silencio y oscurantismo por parte de la fiscalía polaca. Su propio abogado, Gonzalo Boye, ha señalado que hasta hace apenas una semana no se han empezado a practicar las diligencias que deberían haberse realizado en 2022. Su equipo legal sigue sin poder acceder a todo su expediente para saber de qué cargos le acusan, por lo que se encuentran paralizados e imposibilitados de trabajar en una buena defensa», denuncian.

«Apenas sabemos nada de él desde que lo detuvieron. Lo poco que sabemos nos llega vía carta o postal, todas tras pasar por los censores polacos que analizan el contenido, tanto de las que recibe como las que nos envía, y nunca sabemos cuánto tiempo ha pasado desde que las escribió diciéndonos que no está mal. Pero, ¿cómo está realmente cuando nosotros las leemos?», señala el comunicado suscrito.

Consideran que «no es humano que una persona no haya podido tener un contacto fluido con su familia en este tiempo» o que «en las primeras semanas de detención no tuviera abogado», así como que su abogado de confianza no haya podido acceder a él hasta casi pasado el año de prisión. «No es humano que la prisión preventiva se alargue cada tres meses sin ninguna explicación oficial. No es humano que Pablo esté encerrado en una pequeña celda 23 horas al día sin luz natural. No es humano que haya pasado frío y hambre. No son humanas las condiciones físicas y psicológicas a las que está siendo sometido cada día desde el 28 de febrero de 2022».

En este tiempo solo ha tenido dos visitas de familiares, dos veces Oihana, su pareja y madre de sus tres hijos, una de ellas acompañada del hijo mayor (menor de edad) y de la madre de Pablo. «En ambas ocasiones bajo unos niveles altísimos de seguridad: con varios funcionarios polacos presentes y con Pablo esposado de pies y manos. Sus hijos pequeños llevan dos años sin escuchar y ver a su padre. No saben cuándo podrán volver a ver a su aita y no entienden por qué no les puede llamar su aita».

Sitúan estos hechos « en la Europa del siglo XXI, contraviniendo el Tratado de Derechos Fundamentales, de aplicación en todos los países de la Unión Europea», donde se incluye Polonia «Y no pasa nada».

Abandono de las autoridades

La plataforma considera que «los dirigentes españoles y europeos han abandonado a Pablo». «En esta tristísima efeméride, el compromiso que adquirimos tras su detención de darle voz y denunciar su situación está más fuerte que nunca. Pedimos una vez más que se dejen de vulnerar los derechos de Pablo. Que pueda hablar con sus hijos y su familia, y que se le dé un trato humano mientras espera a que llegue el juicio». Un juicio que recaman «ya, respetando la ley».

Telios Kouloglou, del Left Party; Clare Daly y Mick Wallace, de Independents for Change; Jordi Solé, de ERC; Miguel Urban, de Anticapitalistas; François Alfonsi, de RPS; María Eugenia Rodríguez Palop y Manu Pineda, de Sumar; Idoia Villanueva Ruiz y Ester Sanz Selva, de Podemos, Cornelia Ernst y Oezlem Demirel, de Die Linke; Lydie Massard, de UDB; Joao Pimenta y Sandra Pereira, del PCP; y el citado Pernando Barrena, exparlamentario de EHBildu, son los firmantes.