Los temores en Osasuna se han confirmado. El parte médico emitido en la tarde de este martes indica que Kike Barja ha sufrido rotura de la plastia del ligamente cruzado anterior de su rodilla, por lo que tendrá que pasar por el quirófano y afrontar varios meses de baja, al menos hasta la próxima campaña.
Se trata de la misma lesión que sufrió en julio de 2019, en la temporada del último retorno a Primera, entonces un entrenamiento en Tajonar, y tras la que el extremo de Noain volvió con buen tono.
La lesión se produjo al cuarto de hora del partido de lunes contra el Alavés (1-0) en un gesto fortuito y sin que mediara golpe alguno. Barja, con experiencia en este lance, ya pareció ser consciente desde el primer momento del alcance de su lesión. No obstante, volvió al terreno durante unos minutos para probar sensaciones, pero tuvo que acabar retirándose. El míster rojillo, Jagoba Arrasate, ya explicó tras el encuentro que estaban «muy preocupados» con el número 11. Y este mensaje entrada la noche apuntalaba las malas previsiones.
La historia de Osasuna no se entendería sin canteranos que han cumplido el sueño de defender al equipo de su tierra y honrar la camiseta en cada partido. Kike Barja es uno de ellos, uno de los nuestros.
— C. A. OSASUNA (@Osasuna) March 5, 2024
❤️ Estamos contigo. Te queremos, Kike. pic.twitter.com/4ew5Gv5eDy
Kike Barja tiene contrato con Osasuna hasta 2026, por lo que la lesión no condiciona su futuro próximo. Ha cumplido 27 años y lleva más de cien partidos con el equipo rojillo en Primera, aunque este año apenas había sido titular hasta el fatal partido del lunes.
Osasuna no ganó para sustos en el encuentro, porque en una jugada al final la rodilla de Jorge Herrando también hizo un gesto muy feo que pintaba a lesión importante. Afortunadamente en este caso se trata solo de una hiperextensión que quizás solo requiera un pequeño descanso.
El cuadro médico se completó con problemas musculares para el también central David García en los isquios, por los que puede perderse los próximos partidos ante dos rivales potentísimos: Girona en Montilivi y Real Madrid en el Sadar.