Cuando las cosas vienen mal dadas, los capitanes de los equipos deben multiplicar sus funciones para dar ejemplo y levantar la moral de la tropa. Es lo que les toca ahora mismo a Roberto Martil y David García, quienes se van a enfrentar en el derbi de Anaitasuna –19.30–, un partido a cara de perro como consecuencia de la mala dinámica que acumulan Osasuna Magna y ATP Iluminación Ribera Navarra.

Ambas vienen de caer ante Palma y Córdoba, respectivamente, la escuadra irurtzundarra enlaza siete derrotas ligueras consecutivas y la tudelana está a solo un punto del descenso. No es extraño, pues, que el encuentro alcance cotas dramáticas a falta de ocho jornadas para la conclusión de la fase regular.

«Se trata de un duelo ante un rival directo, va a ser un partido clave para la salvación», considera Martil, quien espera que Anaitasuna «esté lleno como siempre y nos apoyen, porque nos va a hacer falta». García, por su parte, entiende que su equipo «deberá contrarrestar el gen competitivo de Xota y minimizar nuestros errores, ahí puede estar una de las claves».

Esos fallos, muchos de ellos graves, son los que han llevado a ambos conjuntos a la situación en la que se encuentran. En el caso de Osasuna Magna, algo casi inesperado, a tenor del sobresaliente inicio de campeonato que firmó. «Se ha tratado de un cúmulo de circunstancias, entre las lesiones y que hemos perdido confianza. Hay que tratar de evitar errores graves que hemos cometido», coincide Martil.

Enumerando dichos descuidos, el capitán de Xota incide en que «estamos recibiendo muchos goles en estrategia y después de pérdidas, hay que intentar que estas sean en campo contrario para que no nos cuesten tantos goles», además de que su escuadra encaja mucho en intervalos de tiempo relativamente cortos, algo que le está costando digerir a la plantilla verde. «Es necesario que en esos malos momentos levantemos la cabeza y nos mantengamos fuertes», reivindica.

Una negatividad anímica que también está padeciendo Ribera Navarra, quien está obligado a superar el «batacazo» de la derrota del martes ante Córdoba. «Nos ha hecho mucho daño, pero somos profesionales y hay que seguir adelante, porque dependemos de nosotros mismos», admite García.

Cuestión mental

Además, la victoria de Alzira sobre Noia Portus ha apretado la clasificación por la parte de abajo. «El descenso va a estar entre cuatro o cinco equipos y el que menos sepa competir y concienciarse de la situación es el que va a bajar. A estas alturas, los fallos penalizan doble y debemos sacar nuestro ADN», demanda el capitán del cuadro ribero.

Tanto a Martil como a García les resulta complicado dar una explicación para justificar la línea irregular de sus respectivos equipos, pero sí convienen ambos en que hay mucho de carga mental en la situación que viven en estos momentos.

«Ahora nos está tocando la otra cara de un deporte que es muy psicológico», incide el primero. «La cabeza es la que manda, pero no hay tiempo para lamentaciones», concurre el segundo.

García añade que «llevo muchos años aquí y es la primera vez que veo al equipo tan irregular, no sé lo que está ocurriendo, porque la convivencia es muy buena en el vestuario, pero fallamos a la hora de competir».

Como ventaja, si se puede considerar así, ambas escuadras navarras ya están acostumbradas a vivir coyunturas prácticamente idénticas en los últimos tiempos. Sin ir más lejos, a estas alturas del pasado curso se encontraban en una posición también muy delicada para conservar la categoría. Y también hay un aspecto a tener en cuenta, que no es otro que este verano Osasuna Magna y ATP Iluminación renovaron sus respectivos banquillos con nuevos inquilinos.

Ambos capitanes serán rivales encarnizados esta tarde sobre la pista de Anaitasuna, pero fuera de ella se respetan y admiran. «David García es ya un navarro más y es fundamental para ellos, no solo por lo que significa para el club, sino también por lo que aporta en la cancha. Es una persona de diez con la que tengo mucha relación y es un referente para el deporte en Navarra», considera Martil.

«Me alegra mucho que se haya podido recuperar bien de su grave lesión y, aunque cada uno defenderemos nuestros intereses, nos conocemos y nos llevamos muy bien. Para ninguno de los dos está es una situación cómoda, pero entiendo que va a ser un partido muy bonito por lo mucho que habrá en juego», corresponde García.