Las importaciones de armas en Europa casi se duplicaron en el último lustro por la guerra en Ucrania, que ha permitido a Estados Unidos reforzar su liderazgo en el comercio mundial de armamento, según un informe difundido este lunes por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI).
El estudio, que compara los períodos 2014-18 y 2019-23, revela también que el Estado francés adelanta por primera vez como segundo exportador mundial a Rusia, cuyas ventas de armas se han reducido a la mitad.
Aunque el comercio mundial de armamento se contrajo un 3,3% en el último lustro, el conflicto en Ucrania provocó que las compras subiesen un 94% en Europa, que aumentó su dependencia respecto a Estados Unidos (del 35% al 55% del volumen total adquirido).
«Con muchos pedidos de armas de alto valor, incluidos casi 800 cazas y helicópteros de combate, es probable que las importaciones de armas europeas sigan a alto nivel», explica el SIPRI, que destaca el aumento de la demanda de sistemas de defensa aérea.
Ucrania, primer importador europeo y cuarto mundial
La guerra en Ucrania ha convertido a este país en el primer importador europeo de armas en el último lustro y en el cuarto a nivel mundial, según el estudio del SIPRI.
Al menos treinta países han suministrado armas a Ucrania desde el inicio de la intervención militar rusa en febrero de 2022.
Estados Unidos, con el 39%, fue el principal proveedor, seguido por Alemania (14%) y Polonia (13%).
El informe resalta que, para ampliar la capacidad militar ucraniana, sus suministradores han empezado a enviar sistemas de largo alcance, y cita los 27 cazas donados por Polonia y Eslovaquia y el compromiso para hacerlo de Bélgica, Dinamarca, Holanda y Noruega, así como misiles facilitados por el Estado francés y Gran Bretaña.
Estados Unidos refuerza su dominio, Rusia retrocede
En el último lustro, Estados Unidos aumentó sus exportaciones armamentísticas un 17% y pasó de controlar el 34% al 42% del total mundial, suministrando armas a 107 países.
Oriente Medio fue el principal destino de las ventas estadounidenses (38%), seguido por Asia-Oceanía, con el 31%, región de la que por primera vez en 25 años se convirtió en principal proveedor.
Muy lejos de Estados Unidos, como segundo exportador mundial, se sitúa el Estado francés, con el 11% y cuyas ventas aumentaron un 47%, gracias sobre todo a los cazas vendidos fuera de Europa.
Rusia, en cambio, aunque mantiene el 11% del total de las ventas mundiales, experimentó una caída en el último lustro del 53% y una reducción del número de países destinatarios: de 31 en 2019 a 12 en 2023.
«El bajo volumen de entregas de armas pesadas pendientes de Rusia sugiere que es probable que sus exportaciones de armas se mantengan muy por debajo del nivel de 2014-18, al menos a corto plazo», apunta el estudio.
Sólo otros dos países de entre los diez primeros aumentaron sus ventas en 2019-23: Italia (sexta), con un 86 % más; y Corea del Sur (décima), con un 12 % más, mientras el resto (China, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Estado español e Israel) sufrió retrocesos.
India, primer comprador mundial
Con un aumento del 4,7% y casi un 10% del total mundial, India se mantiene como primer comprador de armamento, por delante de Arabia Saudí (8,4%), Catar (7,6%), Ucrania (4,9%) y Pakistán (4,3%).
El estudio destaca que la compra de armas rusas por India bajó del 50% del total de sus importaciones (hasta el 36%), algo que no ocurría desde 1960-64; y que países vecinos de China como Japón y Corea del Sur han adquirido más armamento en estos años (un 155% y un 6,5% más, respectivamente).
La región Asia-Oceanía fue la principal importadora mundial, con el 37% del total; por delante de Oriente Medio (30%), Europa (21%), América (5,7%) y África (4,3%).
Descenso de las importaciones en Sudamérica
La compra de armas en todo el continente americano se redujo un 7,2% en el último lustro, una caída que fue del 19 % en Sudamérica.
El Estado francés, con el 23%, Estados Unidos (14%) y Gran Bretaña (12%) fueron los principales suministradores sudamericanos, mientras que Rusia no hizo ninguna entrega importante a la región en el último lustro.
A pesar del descenso en la zona, Brasil -que acaparó el 44% del total regional- aumentó sus importaciones un 26%.