No había unanimidad pero hace una semana eran mayoritarias las voces que daban al Atlético favorito para plantarse en la final de Copa. Por ser el vigente campeón, por su palmarés, por marchar por delante en la clasificación de Liga... La trayectoria ascendente de una Real a la que le cuesta ganar pero mucho más perder, su buena actuación en la visita liguera a Alcalá, de donde ya se llevó un punto, la remontada de cuartos ante un Levante que parecía bastante más favorito que las colchoneras no parecían bastar siquiera para equilibrar las apuestas. Pero sí lo hizo el partido de ida, incluso con los cuatro balones que envió el equipo madrileño al larguero y el penalti que detuvo Lete, y siete días después, la Real aparece como un candidato mucho más sólido a pelear por el título que ya conquistó en 2019 y con el que vuelve a soñar.

Para repetir presencia en la final, las donostiarras, como su rival, necesitan ganar hoy en el Reale Arena (18.30, ETB1). Tras el 1-1 de la ida, la eliminatoria vuelve a ser de partido único, como las dos anteriores y por primera vez con el factor campo para la Real. Relativamente. Aunque cada vez más familiarizadas con el estadio, es en Zubieta donde realmente está acostumbrado a dejar el equipo, con lo que la ventaja que pueda tener por ejercer de anfitrión, dependerá en gran medida, si no por completo, del respaldo de su afición. Será una incógnita hasta que arranque el partido pero en el club se confía en que la familia txuriurdin arrope a sus futbolistas ante la posibilidad de disputar una final que, con el equipo masculino apeado de Copa y Champions, es ya la única que puede disputar esta temporada la Real en la máxima categoría.

En el caso del equipo femenino, es el partido más importante de los últimos años. «Ha habido otros», recuerda Natalia Arroyo, «como el de Munich para continuar en Champions aunque era diferente, más desfavorable». Ahora hay más opciones reales de triunfar y de pelear por un título y quizá por eso «la gente sí que me transmite que es el “gran partido”», para el que vendrán bien «todo lo que hemos aprendido en esos otros grandes partidos que ya hemos ido jugando».

De hecho, en opinión de Arroyo, esa experiencia acumulada ya se notó en Alcalá de Henares. «Nos hizo gestionar bien la ida», donde su equipo tuvo «mucha solidez defensiva». Y, como ya sucedió en el partido de Liga disputado en el mismo escenario, «competimos bien. Ahora le vamos a añadir el hecho de jugar en casa». Para que aquí se pueda escribir un final feliz, hay que intentar «repetir todo lo que hicimos bien» y mejorar lo que flojeó algo más. «Tenemos que volver a tener mucho de la solidez defensiva que tuvimos en muchos momentos, repetir esa solidez, generosidad y sacrificio del equipo sin balón. Y añadirle un punto más de concretar lo que generamos. Estuvimos bien en ataque rápido pero no les inquietamos lo suficiente –reflexiona Arroyo–. Es decir, la misma concentración defensiva y generar más ataque».

Puede ayudar el diferente nivel de presión porque, con la pelea por la Champions complicada en Liga y siendo las vigentes campeonas, las atléticas llegan a esta semifinal «más obligadas. Presión también tenemos nosotras porque tenemos que ganar para pasar pero lo vivimos más como una oportunidad que ellas». Y lo que debe ayudar, indudablemente, es la grada. «Aquí contra el Barcelona estuvimos 1.115, entiendo que en el Reale al menos seremos 1.116 –sonreía la técnica catalana–. Esperemos que sean muchos más porque es un partido más. La jugadora ya no se impresiona por jugar en el Reale, sino que se motiva más. Y confiamos en que no se vea vacío, que nos ayude el calor de la gente. Para el Atlético no creo que cambie mucho pero para nosotras espero que sí y que cuando lleguen esos momentos en los que estamos peor, nos impulsen».

Gestión de minutos

Arroyo ha convocado a todas sus jugadoras, además de Nora Sarriegi y Haizea Uranga. Habrá cambios, en una semana de gestión de minutos en la que el fondo de armario ha parecido más grande de lo que es. Hay cinco jugadoras que parecen tener la titularidad asegurada junto a Lete. Se trata de Bernabé, Apari, Jensen, Andreia y Franssi, que completaron el choque en Alcalá hace una semana y no disputaron un solo minuto frente al Barcelona.

Tejada y Etxezarreta han jugado los dos completos y si su entrenadora apuesta por una línea con tres centrales, jugarán también el tercero, al menos de inicio; si opta por el dibujo de la ida, es previsible que la beasaindarra deje su puesto a Vanegas, que ha repartido minutos en los últimos días, con el regreso de Estados Unidos aún reciente. Emma y Nerea Eizagirre también parecen tener plaza asegurada en el equipo, donde una de las principales incógnitas se refiere, curiosamente, a la futbolista que ha marcado los dos últimos goles del equipo, incluyendo el que sirvió para traer la eliminatoria empatada a Donostia. Es difícil adelantar si Arroyo apostará esta vez por Amaiur de inicio o si volverá a reservarle hasta la segunda parte, dejando a Mirari o Cecilia la labor de cansar a las defensas locales en el primer tramo de partido.

Llamamiento a los aficionados

Desde la Real, recuerdan que los carnets pueden cederse a familiares amigos a través de la App Realzale y que las taquillas de Anoeta ubicadas junto a la oficina de atención al socio se abrirán a las 16.30 para la venta de entradas y resolución de incidencias. Los RS Fan deberán retirar allí su entrada.

Las puertas del estadio se abrirán a las 17.30 y con el objetivo de que las futbolistas sientan el calor de la grada lo máximo posible, el club txuriurdin hace un llamamiento a los socios de las Tribunas Aitor Zabaleta, Tribuna Familiarra y Tribuna Este para que accedan por las puertas 10 y 11 y ocupen el Anillo Inferior de la Tribuna Este. Los socios de la Tribuna Principal dispondrán de las puertas 1 y 20 para poder acceder al Anillo Inferior de la Tribuna Principal. Además, se solicita a los socios cuya localidad se ubica en el anillo superior que, en caso de que haya espacio, traten de sentarse en una localidad del anillo inferior, siempre dentro de su zona.