Aunque varios diplomáticos conocedores de las negociaciones para fijar una posición común europea en torno a la guerra en Gaza advierten de que el texto del acuerdo es frágil y de que quizá no sobreviva a la cumbre del Consejo Europeo en su forma actual, lo cierto es que de su lectura y de las declaraciones de los líderes europeos previas al encuentro que durará dos días, se desprende una evidencia: hay cambios de fondo y de forma, otro tono y otra retórica más firme ante Israel.

Luego, en las negociaciones sobre el texto final suele pasar lo que pasa con los jerseys. Una parte quiere quitar un párrafo que puede irritar a Tel Avivi, otra parte quiere añadir otro para que le garantice actuar con las manos libres; uno tira de un hilo y alguien tira de otro y, al final, el jersey puede deshilacharse. Pero es innegable que el lenguaje utilizado en el documento está significativamente endurecido.

Mensaje a Israel

El borrador de texto que ayer discutieron los líderes europeos –que se muestran divididos sobre Oriente Medio desde octubre– en la cumbre de Bruselas dice que la Unión Europea está «horrorizada por la pérdida sin precedentes de vidas civiles», condena en los «términos más enérgicos posibles por sus ataques terroristas brutales e indiscriminados» a Hamas y apoya el derecho de Israel a defenderse.

Pero el párrafo 22 del texto eleva el tono y apunta con dureza a Israel: «El Consejo Europeo está profundamente preocupado por la catastrófica situación humanitaria en Gaza y su efecto desproporcionado sobre los civiles, en particular los niños, así como por el riesgo inminente de hambruna. El acceso humanitario pleno, rápido, seguro y sin obstáculos a la Franja de Gaza y a lo largo de ella a través de todas las rutas es esencial para proporcionar a la población civil asistencia vital y servicios básicos a gran escala. Las rutas terrestres siguen siendo la principal vía para entregar los volúmenes necesarios para la asistencia de emergencia. Se necesitan rutas terrestres y cruces adicionales».

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo antes de entrar a la reunión que estaba «contento» de que se pidiera a los Estados miembros de la UE que adoptaran una declaración sobre Israel que iba radicalmente más allá de las conclusiones de octubre, cuando acordaron a duras penas pedir pausas humanitarias en la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza. Y añadió que espera que el Consejo «envíe un fuerte mensaje a Israel: dejen de bloquear, dejen de impedir que entren alimentos a Gaza y ocúpense de los civiles».

Alto el fuego inmediato

En declaraciones previas al inicio del Consejo Europeo varios líderes marcaron posición en esa misma línea y tono. Así, Mark Rutte, primer ministro neerlandés, dijo que «hablarán sobre la desesperada situación en Gaza, que empeora día a día». Y agregó que «es por eso que pedimos urgentemente una alto el fuego inmediato en los combates, para llevar rápidamente más ayuda y asegurarnos de que llegue de manera segura. También instamos a Israel a que se abstenga de lanzar una ofensiva terrestre a gran escala en Rafah. Mucha gente se ha refugiado allí y no tienen otro lugar a donde ir. Y sobre todo, debemos asegurarnos de que el conflicto no se extienda a toda la región».

Por su parte, el jefe de Gobierno belga, Alexander De Croo, manifestó que la situación en Gaza es «dramática». Y fue claro al afirmar que «Europa necesita liderar, y no hacer seguidismo; es hora de que seamos claros, exijamos un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y encaminemos a todos hacia las negociaciones sobre un acuerdo de dos Estados como única solución». Ulf Kristersson, primer ministro sueco, defendió esa misma posición al sostener que «la situación en Gaza es catastrófica» y «se necesita un alto el fuego inmediato».

Incluso Hungría, uno de los Estados que con más firmeza ha apoyado el genocidio que perpetra Israel, dio a entender que el acuerdo sobre una posición común está próximo. Fuentes del equipo que acompañaba al primer ministro, Viktor Orban, declararon a los medios acreditados en Bruselas que «creemos que existe un potencial creciente para encontrar un acuerdo a nivel europeo sobre el alto el fuego inmediato».

De Bruselas a El Cairo

El secretario general de la ONU, António Guterres, llegó a Bruselas para conversar con los líderes del bloque comunitario. Antes de la cumbre, afirmó que «vivimos en un mundo caótico. Tenemos una situación de impunidad, donde cualquier país puede hacer lo que quiera, porque no hay rendición de cuentas. Por eso, es muy importante atenernos a los principios: la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional, la integridad territorial de los países, el derecho internacional humanitario. Esas son las razones por las que necesitamos un alto el fuego en Gaza».

Paralelamente al encuentro de Bruselas, en El Cairo se reunían de ministros de Exteriores de Egipto, Arabia Saudí, Qatar, Jordania, Emiratos Árabes y el secretario general del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, para mediar sobre un alto el fuego en Gaza.