Osalan no descarta que puedan aparecer tierras contaminadas en las obras del nuevo edificio de Basque Culinary Center (BCC) en Donostia. En un informe, considera que «no existen indicios fundados de la presencia de amianto en la parcela», aunque deja abierta la puerta a que puedan aparecer restos de contaminación al disponer de información «incompleta o inexacta», por lo que recomienda a la empresa contratista evaluar el riesgo de exposición al asbesto por parte de los trabajadores y adoptar medidas preventivas de control.
El informe del organismo autonómico que vela por la seguridad y salud laboral siembra dudas sobre la existencia o no de tierras contaminadas en la parcela de Manteo donde se construye el nuevo edificio del BCC. Osalan no es tan tajante como la respuesta del viceconsejero de Sostenibilidad Ambiental, Aitor Aldasoro, a una queja vecinal, en la que afirmó que no le consta «ningún indicio de contaminación» en esos terrenos de Gros.
Tras analizar la información disponible y en respuesta a un escrito de LAB del 5 de marzo en el que solicitaba la intervención de Osalan, este organismo estima que no hay indicios fundados de la presencia de amianto en la parcela donde Construcciones Amenabar trabaja, aunque precisa que se constata la existencia de residuos, cuyo origen y composición «se desconocen y entre los que podría haber mezclados restos de fibrocemento».
Inventario poco fiable
Apunta a que la parcela no se incluye en el inventario de suelos que soportan o han soportado actividades o instalaciones potencialmente contaminantes del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente de Lakua, pero precisa que la información en la que se basa el Ejecutivo «es en ocasiones incompleta o inexacta». Para alimentar cierta incertidumbre al respecto, añade que el Ayuntamiento de Donostia tampoco puede identificar «con seguridad la procedencia o características de los vertidos que hay».
A pesar de que ni el personal técnico de Osalan ni durante los trabajos ejecutados en los terrenos se han hallado restos de fibrocemento, no descartan que pudieran aparecer «en cotas más profundas» teniendo en cuenta que se van a extraer del orden de 28.000 metros cúbicos de material.
En los sondeos efectuados a profundidades entre 15 y 20 metros, añaden, no han detectado contaminación, aunque aclara que no fueron perforaciones específicas para hallar residuos de amianto. Es más, señala el informe del instituto que «no se puede descartar la aparición de los mismos en otras zonas o en cotas más profundas». Cabe recordar que, en noviembre pasado, el grupo municipal de EH Bildu solicitó que se analizasen las tierras de Manteo.
En ese escenario de incertidumbre, Osalan ha recomendado a la empresa contratista que evalúe «el riesgo de exposición al amianto» del personal de la obra y «adoptar medidas preventivas para el control de dicho riesgo», además de disponer de un protocolo de actuación para el supuesto de que aparezcan restos de amianto, «documentado todo ello debidamente».