La Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza (UDE) procedió el jueves a la retirada y posterior destrucción de dos bombas de aviación MK-43 de la Segunda Guerra Mundial, localizadas en un aparcamiento público de Pasaia.

El suceso tuvo lugar sobre las 13.40 horas del jueves en el aparcamiento situado junto a Casa Ciriza, en Trintxerpe, en un área perteneciente a la Autoridad Portuaria de Pasaia, según han señalado a Efe fuentes del Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana.

La mujer encontró las bombas dentro de una bolsa y las llevó con sus propias manos a la oficina de la policía municipal, que se encuentra en el edificio de la Tenencia de Alcaldía de Trintxerpe, muy cerca del lugar del hallazgo.

Al llegar al inmueble, los agentes municipales comprobaron atónitos el contenido de la bolsa y dieron aviso rápidamente a la Guardia Civil y a la Ertzaintza, que finalmente se hizo cargo del asunto.

Durante el corto periodo de tiempo que pasó hasta la llegada de la Ertzaintza, las bombas estuvieron en una sala del edificio y mientras se procedió al desalojo, por precaución, del inmueble, que alberga también la Biblioteca Municipal y el Servicio de Atención Ciudadana.

Debido a la hora, «no estaba muy concurrido» en ese momento, según las citadas fuentes, que han precisado que «a pesar de lo aparatoso del incidente no se enteró demasiada gente de lo que había ocurrido».

Los proyectiles «estaban activos, aunque no había un riesgo potencial ya que estos artefactos tienen una especie de espoleta que hay que manipular para que estallen», han indicado.

Una vez en el lugar, efectivos de la UDE de la Ertzaintza procedieron a la retirada de los artefactos y a su posterior traslado a dependencias policiales, donde pudieron ser neutralizadas.

En una zona de tránsito del parking

Ahora queda por descubrir quién, cómo y cuándo se depositó la bolsa en el aparcamiento, ya que según las fuentes municipales, «no fueron encontradas en una esquina ni ocultas sino en una zona de tránsito» del parking, que es muy utilizado por los pasaitarras por lo que «no han estado ahí demasiado tiempo».

En todo caso, advierten de que ante un hallazgo de este tipo lo primero que hay que hacer es alejarse, llamar al 112 y, sobre todo, no manipularlo.