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Pradales reconoce que le «preocupa» que Sánchez tenga la «tentación de hacer una ‘pamplonada’»

Poniéndose en el lugar de UPN y su pérdida de la Alcaldía de Iruñea, el candidato del PNV a lehendakari, Imanol Pradales, ha asegurado que le «preocupan» los «cambios de opinión» del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y que pueda tener «la tentación de hacer una ’pamplonada’».

Pradales ha sacado a la palestra el miedo del PNV a perder la Lehendakaritza por una ‘pamplonada’.
Pradales ha sacado a la palestra el miedo del PNV a perder la Lehendakaritza por una ‘pamplonada’. (Endika PORTILLO/FOKU)

El candidato del PNV a lehendakari, Imanol Pradales, ha puesto en evidencia el miedo que recorre las filas jeltzales a perder el Gobierno de Lakua poniéndose en la piel de UPN y sacando a relucir la moción de censura que sacó a la formación de Javier Esparza del Gobierno de Iruñea y puso de nuevo al frente de la ciudad a Joseba Asiron, que también fue apoyada por Geroa Bai, siglas de las que forma parte el PNV en Nafarroa. En concreto, ha señalado que le «preocupa» que Pedro Sánchez tenga la «tentación de hacer una ‘pamplonada’».

Si en UPN todavía no terminan de asimilar la pérdida de la Alcaldía de Iruñea, en el PNV miran por el retrovisor lo sucedido en la capital navarra, en la que una moción de EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, apoyada por el PSN, despojó del puesto a Cristina Ibarrola y que Pradales ha calificado con tan estrambótico término. Y les ha entrado el miedo a que se pueda repetir una operación de corte similar a la hora de intentar retener Lehendakaritza.

«Eso es lo único que me preocupa, pero esa preocupación la podemos eliminar de la cabeza si el 21 de abril el PNV gana solventemente las elecciones y, por lo tanto, nadie tiene tentaciones, ni el PSE ni Sánchez tampoco, de buscar una ‘pamplonada’», ha añadido en una entrevista en Onda Vasca.

Para intentar frenar la posibilidad de que pueda suceder algo así gracias a las buenas expectativas de EH Bildu, el candidato jeltzale ha realizado un llamamiento a la movilización de cara a las elecciones del 21 de abril. Y para ello, ha argumentado que «es muy importante lo que nos jugamos: el futuro de este país y quién tiene que estar al frente de la Sanidad, la Ertzaintza o de las políticas para desarrollar industrialmente Euskadi».

A su juicio, lo que las encuestas estarían reflejando es que en los comicios se confrontarán «dos modelos», de tal modo que «hay que elegir entre ir a mejor o retroceder». «Entre la capacidad de gestión que ha demostrado el PNV y su capacidad de gobernar para todos, sin exclusiones, u otro tipo de políticas que han buscado la exclusión», ha expresado, al tiempo que ha alertado a los indecisos de que se pueden estar jugando «la calidad vida».

En esta línea, ha incidido en que todos los partidos tienen una trayectoria e historia, que «no empieza ahora», sino en las últimas décadas. «Nosotros nos hemos dedicado a construir Euskadi, a poner en pie la Ertzaintza, EiTB, Osakidetza, la RGI, la política industrial... y otros se dedicaron durante mucho tiempo a poner palos en la rueda», ha subrayado.

Por otro lado, ha afirmado que, en el caso de ser designado lehendakari, lo primero que trasladaría al presidente del Gobierno español –con quien aspira a tener «una buena relación»–, pasaría por «cerrar definitivamente la carpeta del cumplimiento estatutario».

«Que de una santa vez se cumpla la palabra dada y los compromisos con Euskadi; por ejemplo, para que la gestión de puertos y aeropuertos de interés general se realice desde aquí. Que pongamos en marcha la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social para tener una Seguridad Social vasca. Cerrar el capítulo de las relaciones laborales o que el TAV se finalice de una santa vez», ha concretado.

Del mismo modo, ha subrayado que el PNV es un partido «fiable» y «satisfecho» de cómo ha funcionado el gobierno de coalición con el PSE en la presente legislatura, al tiempo que ha recordado los acuerdos en ayuntamientos y diputaciones.

Recuperar la negociación

Por otro lado, ha apostado por «cambiar la cultura de la confrontación sindical y el conflicto por el conflicto en el ámbito público por una cultura del diálogo». A su entender, es necesario así recuperar la negociación entre las partes, ya que, «en general», las condiciones laborales en la administración pública son «muy buenas».

«Es importante poner en valor lo que ya tenemos en el ámbito de lo público. Si lo comparamos con los autónomos, con quien está al frente de un pequeño taller o de un comercio, hay mucha gente consciente de que la esfera pública y privada son distintas. En más de una ocasión he dicho que se está generando una cierta brecha entre el ámbito público y privado y creo que es el momento de ver la realidad y que busquemos el diálogo y acuerdo en el ámbito público, y no exclusivamente el conflicto y la tensión», ha argumentado.

Respecto al modelo policial, Pradales ha apostado por una Ertzaintza «de cercanía», un modelo por el que el PNV «habría apostado hace más de cuatro décadas». No obstante, ha indicado que «ETA puso la diana» a la Ertzaintza y esta «tuvo que armarse y defenderse».

«Nosotros defendemos que la Ertzaintza tiene que prevenir la delincuencia y cuidar de nuestra seguridad. No hay que quitarle herramientas, hay que darle más para que tenga recursos, personas y materiales. Hay que prevenir la delincuencia y combatirla cuando se produce. Desarmar la Ertzaintza es algo que no comporto en absoluto», ha remarcado.

Osakidetza, un sistema «con heridas»

Tras incidir en que la salud es «un bien superior y colectivo», el candidato ha defendido que Osakidetza es «un sistema de salud que funciona, pero que tiene heridas y hay que curarlo». Por ello, ha abogado por «sacarlo de las disputas partidistas» y centrarse en lograr el «objetivo» para poder ser atendido en un ambulatorio en un plazo máximo de 48 horas o disminuir las listas de espera quirúrgicas a 50 días. «Que podamos hablar de esas cosas sin entrar en debates partidistas y sin tirarnos los trastos a la cabeza. Se me caería la cara de vergüenza si jugamos con Osakidetza», ha añadido.

Además, ha apostado por «no decidir desde el gobierno cómo se tienen que organizar la vida los jóvenes» y ha considerado que estos deben tener la libertad y condiciones para decidir qué tipo de vivienda quieren. Así, ha defendido las ayudas al alquiler social, pero también una línea de avales públicos para compra de inmuebles, aumentar los límites de renta para acceder a programas de vivienda, así como mantener las deducciones fiscales por vivienda habitual. «Vamos a defender con uñas y dientes esa deducción y otros partidos como EH Bildu quiere eliminarla», ha resaltado.

Pradales, que ha valorado que la CAV vive en lo que respecta al empleo «un momento dorado con récord absoluto de personas trabajando», ha considerado necesario mejorar las «condiciones» y ha indicado que «el reto no es el presente sino el futuro y que haya aún más personas trabajando en próximos años».