De menos a más. Tanto Baskonia como su gran baluarte ofensivo, Marcus Howard, han protagonizado esa dinámica para llevarse el triunfo de la cancha del líder Real Madrid, donde hasta ahora solo había ganado Panathinaikos y Fenerbahce.
Además, el equipo arabarra ha roto una mala racha que le perseguía a domicilio desde el pasado 18 de enero, obteniendo una victoria que le sabe a gloria, pendiente del último encuentro frente a la Virtus de Bolonia.
Los guarismos igualados de los primeros compases del partido se han acabado rompiendo, como las gafas de Moneke en una penetración del nigeriano que ha cortado en falta Tavares, porque Baskonia no ha sabido contrarrestar las rápidas transiciones locales.
Ello ha provocado que los anfitriones se hayan puesto por delante con cómodas ventajas (15-7 y 20-10) e incluso llegando a una peligrosa diferencia de quince puntos (27-12), que Dusko Ivanovic ha tenido que parar con su segundo tiempo muerto.
Al menos, la escuadra vasca ha conseguido enjugar parte de esa diferencia y marcharse diez abajo al final de ese primer cuarto en el que los visitantes no han encontrado su sitio.
Más centrado ha salido el equipo al encarar un segundo cuarto en el que se le ha visto una mejor cara a Baskonia, con Moneke y Sedekerskis llevando la batuta en ataque, al contrario que un Howard fallón desde el lanzamiento exterior.
Poco a poco, la brecha se ha ido reduciendo hasta diferencias bastante más asequibles como para llevarse el encuentro al terreno arabarra. Howard ha comenzado a calentar su muñeca y de una transición suya y posterior triple, el marcador se ha marchado a un 35-30 esperanzador.
Los de Ivanovic le han dado continuidad a esa dinámica positiva e incluso han apretado hasta un 40-37, gracias a un segundo tiro libre anotado por Sedekerskis.
Parecía que aquello olía a remontada, pero Baskonia ha regresado a sus errores pretéritos. Le ha permitido correr al Real Madrid y los blancos se han vuelto a escapar en el electrónico con un parcial de 8-0 y un 48-37 total.
Howard ha maquillado el resultado al descanso con cinco puntos consecutivos –triplazo incluidos– que han permitido que el cuadro azulgrana siguiese metido en el choque (48-42).
Revolcón con mucho esfuerzo
La buena ola del segundo cuarto se ha mantenido en el tercero, hasta el punto de que ha sido a falta de dos minutos para la conclusión de este periodo cuando Baskonia se ha colocado por primera vez por delante en el luminoso.
Hasta ese momento, ambos contendientes han entrado en una fase de pérdidas mutuas, de las que los visitantes han salido mejor favorecidos. Un gran triple de Costello ha obrado la reacción vasca en el electrónico (56-58) para regocijo de la nutrida representación de aficionados baskonistas en Madrid.
De la alegría por la remontada se ha vuelto a pasar a las dudas. Nuevamente al inicio del último cuarto los pupilos de Ivanovic no han estado del todo finos y han permitido un nuevo arreón blanco, que ha vuelto a poner cuesta arriba el triunfo (71-67).
Sin embargo, Howard ya ha decidido en ese momento arrogarse la responsabilidad en un duelo tan importante y no ha fallado, aunque ha sido una penetración de Kotsar con posterior mate la que ha devuelto el dominio azulgrana en el marcador (73-75).
A partir de ahí, Baskonia ya no lo ha abandonado e incluso se ha marchado con una diferencia cómoda (73-80), pero el Real Madrid, que no se jugaba nada, no ha dejado de apretar hasta acercarse con un peligroso 81-82).
La sangre fría de Howard desde la línea de tiros libres y la diosa fortuna en un balón que se ha paseado sin dueño en un momento decisivo han acabado por inclinar la balanza del lado arabarra con el 91-95 final.