La Fiscalía ha mantenido su petición de 7 años de prisión para el empresario José Nereo, vicepresidente del Deportivo Alavés con Dimitri Piterman, pena que la acusación particular del propio club eleva a 9 años, mientras que la defensa ha solicitado su absolución.
El juicio por la gestión de Piterman y Nereo en el Alavés del 2004 al 2007 se ha celebrado durante tres días en la Audiencia de Álava por la presunta apropiación indebida que realizaron durante su mandato, y ha quedado visto para sentencia.
Piterman, que reside desde hace años en Estados Unidos, no se presentó al juicio y fue declarado en rebeldía, con una orden de busca y captura.
Con ello, el único acusado que ha quedado en la vista ha sido Nereo, que en su declaración de hoy ha insistido en desvincularse de la gestión al asegurar que el único que «hacía y deshacía» era el empresario ucraniano.
Sin embargo, la Fiscalía ha estimado que, actuando «en su propio beneficio», Piterman y Nereo se apropiaron de fondos del Alavés, al que causaron un perjuicio de 3.161.968 euros, de manera que considera que son responsables de un delito continuado de apropiación indebida y tres de falsedad contable.
Por la apropiación indebida, la Fiscalía pide para Nereo cinco años y medio de cárcel, y por los tres delitos de falsedad contable solicita seis meses por cada delito, es decir, siete años en total, y que indemnice al Alavés, tras cifrar el perjuicio en los citados 3,1 millones.
La Fiscalía pedía lo mismo para Piterman, pero este al ser declarado en rebeldía quedó fuera del juicio.
En sus conclusiones de hoy, la fiscal ha resaltado que Nereo era miembro del consejo de administración del Alavés, firmaba las cuentas y estaba en el club día a día, lo que le permitió apropiarse de fondos.
Los tres administradores concursales que se hicieron cargo del Alavés declararon ayer, martes, en el segundo día del juicio, que ambos cometieron «irregularidades» en una gestión que dejó a la entidad deportiva al borde de la «disolución».
En el mismo sentido, la fiscal ha sostenido hoy que Nereo realizó gastos lujosos en el hotel Lakua sin soporte documental, con cargo al club, y emitió facturas contra el Alavés que para intentar justificar «las disposiciones indiscriminadas de fondos que realizó», sin contratos que las respaldaran.
Además, era un modo de actuación prolongado en el tiempo, no aislado, «desde que entraron en el club hasta que salieron de él. Nereo es parte de un concierto criminal y su actuación fue necesaria para la distracción de fondos», ha concluido la fiscal.
Por su parte, el Alavés, personado como acusación particular, ha pedido nueve años y medio de prisión para Nereo, por los mismos delitos de apropiación indebida y falsedad contable, al que el club añade un delito societario. «Era cómplice de Piterman», ha resumido.
Además, el club ha reclamado por responsabilidad civil 4,6 millones de euros, la cantidad más intereses que estima desviaron del Alavés.
La defensa de Nereo ha pedido la libre absolución al considerar que no se han probado los delitos: «Estamos en lo penal, hay que probar que ha habido dolo (voluntad) en la comisión de los delitos, y no se ha probado».
Para la defensa, ante la ausencia de Piterman, las acusaciones han decidido «buscar una cabeza de turco para todo esto».
«Evidentemente, parece que ha habido una mala gestión del club, incluso con actos delictivos, pero hay que probar la autoría de los actos», ha insistido la defensa, porque «todas las salidas de dinero las hacía Piterman. Mi defendido nunca ha tenido nada que ver al respecto. No es esta la persona a la que se debe castigar».
Además, ha destacado que Nereo ha colaborado y se ha presentado al juicio, que ha quedado ya visto para sentencia.