Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

La estrategia climática pone fin al acuerdo de Gobierno entre SNP y Verdes, que ya venía dañado

Humza Yousaf, ministro principal de Escocia, ha anunciado el fin del acuerdo de gobierno con los Verdes de Escocia y su intención de gobernar en minoría. El Ejecutivo abandonó su objetivo de reducir las emisiones de carbono en un 75%, lo que puso la puntilla a unas relaciones ya resquebrajadas.

El premier escocés, Humza Yousaf, durante una reciente movilziación por Palestina.
El premier escocés, Humza Yousaf, durante una reciente movilziación por Palestina. (Andy BUCHANAN | AFP)

El histórico acuerdo de reparto de poder entre el SNP (Partido Nacional Escocés) y los Verdes Escoceses llegará a su fin después de una crisis por la estrategia climática del Gobierno de Humza Yousaf, que ha variado sus postulados tratando de apaciguar las críticas y frenar el descenso que las encuestas le otorgan de cara a las elecciones británicas previstas para otoño.

El acuerdo de Bute House fue firmado en agosto de 2021 por la entonces líder del SNP, Nicola Sturgeon, y el colíder de los Verdes escoceses, Patrick Harvie, llevando a los Verdes al Gobierno por primera vez en el Reino Unido. Se mostraba ambicioso, visualizando un año 2030 con una Escocia independiente, verde y grandes avances en derechos sociales. Sin embargo, menos de tres años después, el acuerdo se ha roto.

Los Verdes escoceses debían celebrar su propia reunión a finales de mayo sobre si abandonar el acuerdo después de que el Gobierno escocés abandonara su objetivo de reducir las emisiones de carbono en un 75% para 2030, pero Yousaf se ha avanzado a ese movimiento.

El premier escocés, en una comparecencia este jueves, ha señalado que el acuerdo «ha cumplido su propósito» y en el futuro los dos partidos cooperarán, «pero de manera menos formal». «El equilibrio ha cambiado. El acuerdo de Bute House tenía como objetivo proporcionar estabilidad al Gobierno escocés. Y ha hecho posible una serie de logros. Pero ha cumplido su propósito», ha insistido.

Así, ha argumentado que «la falta de estabilidad» en el Parlamento le ha llevado a tomar esta decisión.

En una declaración emitida media hora antes de la conferencia de prensa del primer ministro, la colíder de los Verdes escoceses, Lorna Slater, ha acusado al SNP de «vender a las generaciones futuras para apaciguar a las fuerzas más reaccionarias del país» al alejarse de los términos del acuerdo.

Slater ha acusado al SNP de «traicionar» al electorado y ha añadido que «al poner fin al acuerdo de una manera tan débil y completamente desesperada, Humza Yousaf ha indicado que cuando se trata de cooperación política, ya no se puede confiar en él».

Apelando a los miembros del SNP «que sí se preocupan por el clima, los derechos trans, la independencia y nuestro país», Slater les ha pedido que consideraran «si están en el partido correcto para sus valores, o si su hogar debería estar con nosotros mientras nos preparamos para dar el paso de reforzar nuestra defensa del planeta en la oposición».

Estas palabras de la líder verde muestran que la estrategia climática, además de ser la política prioritaria para su partido, ha sido la gota que ha colmado un vaso ya demasiado lleno. Las desavenencias por los derechos de las personas trans o la estrategia a seguir para llevar a Escocia a la independencia han resquebrajado una coalición que se presentó como histórica y la más fuerte de la corta historia del Parlamento escocés.

Slater ha añadido que a los miembros del Partido Verde Escocés se les ha negado la oportunidad de expresar su opinión democrática sobre el futuro del acuerdo.

Encuestas recientes sugieren que el SNP se enfrenta a perder docenas de escaños en las próximas elecciones generales y Yousaf ha estado bajo una creciente presión dentro de su partido para descartar el acuerdo con el fin de neutralizar los ataques de la oposición y minimizar la reacción de los votantes.

En las últimas horas, importantes voces de la formación soberanista habían criticado abiertamente el acuerdo y habían solicitado a su líder que pusiese fin al mismo. La veterana parlamentaria Christine Grahame, dijo ayer a ITV News Border que creía que el acuerdo tenía que terminar. «Creo que ha seguido su curso. Estuve aquí cuando teníamos un gobierno minoritario y creo que hay una gran divergencia entre lo que quieren los Verdes y lo que busca el SNP».

«Creo que la divergencia es demasiado grande ahora y a ninguna de las partes le conviene continuar. Así que estaría contenta si el SNP dijera: ‘Vamos a trabajar como un gobierno minoritario'». Y así lo ha hecho Yousaf.