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El PIB de Nafarroa crece un 0,8% en el primer trimestre del año, con una tasa anual del 2%

El Producto Interior Bruto de Nafarroa ha crecido un 0,8% en el primer trimestre del año, dos décimas más que en el trimestre anterior, lo que eleva la tasa anual al 2%, tras el 1,5% del trimestre anterior, según los datos provisionales facilitados por el Nastat.

Polígono industrial Landaben, en Iruñea. (Iñigo URIZ/FOKU)
Polígono industrial Landaben, en Iruñea. (Iñigo URIZ/FOKU)

Según los datos hechos públicos este martes por el Nastat, el Instituto de Estadística de Nafarroa, el PIB del herrialde ha crecido un 0,8% en el primer trimestre del año.

Ese incremento supone dos décimas más que en el trimestre anterior, lo que eleva la tasa anual al 2%, tras el 1,5% del trimestre anterior.

Esta aceleración en el ritmo de crecimiento se debe al mayor dinamismo de la industria. Por la vía de la demanda, los indicadores reflejan «una favorable evolución del gasto en consumo final de los hogares y señales de recuperación en las exportaciones», señala el Nastat.

El citado instituto recuerda que esta estimación es provisional hasta que se disponga de más indicadores y será ratificada o modificada con la publicación del cuadro macroeconómico el 25 de junio.

En el Estado español, el crecimiento ha sido del 0,7% en el primer trimestre del año, lo que supone el mismo nivel que el registrado en el último trimestre de 2023. La tasa anual se sitúa en el 2,4%, tras el 2,1 del trimestre anterior.

«Fortaleza de la economía navarra»

Tras conocerse los datos del PIB, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Nafarroa, José Luis Arasti, ha señalado en conferencia de prensa que tanto la tasa trimestral como la interanual confirman una tendencia positiva y «reflejan la fortaleza de la economía navarra en un contexto internacional que sigue siendo complicado».

Nafarroa, ha indicado, se encuentra ante un «escenario más favorable» respecto a la eurozona, puesto que presenta, al igual que la economía estatal, un crecimiento económico superior al del Estado francés o al de Alemania.

Que el consumo privado aparezca como el motor de crecimiento del PIB en lo que a demanda interna se refiere lo ha atribuido Arasti a que «es consecuencia de la mejora del poder adquisitivo de los hogares, fruto de las subidas salariales y la moderación de la inflación, y de la creación de empleo».

Y ha añadido que indicadores como las ventas minoristas, o las cifras de producción e importación de bienes de consumo «reflejan el buen tono del consumo privado».

Además, ha comentado el consejero, hay «buenas noticias» respecto a la demanda externa, ya que se ha producido un cambio de tendencia y las exportaciones han aumentado, lo que supone un impulso añadido para el avance del PIB este año.

La reactivación del sector industrial, «muy aletargado durante el año 2023», el tirón de las actividades de ocio y el turismo contribuyen a esta tendencia en lo que respecta a oferta, ha agregado.

A pesar de la alta tasa de desempleo juvenil o el desajuste entre la oferta y la demanda de trabajo, destaca «el significativo descenso de la temporalidad que se ha producido a raíz de la reforma laboral de 2022», ha dicho el consejero.

Esta situación se une al «aumento del número de horas trabajadas por trabajador, la disminución del peso relativo del empleo público a favor del empleo privado o la reducción progresiva del paro de larga duración».

En cuanto a la evolución de los precios, se observa que la inflación sigue reaccionando a la baja, a pesar del repunte en el mes de marzo «tras la normalización del IVA de la electricidad y el encarecimiento de los carburantes. El componente energético es el principal elemento inflacionario en Navarra», ha indicado Arasti.

Previsión de crecimiento al alza

Desde una perspectiva internacional, ha señalado que la economía parece estabilizarse, «a pesar de los continuos golpes que está recibiendo desde la pandemia».

La eurozona ha salido de una fase de contracción tras diez meses consecutivos en negativo y habría registrado su primera tasa de crecimiento positiva en el mes de marzo, aunque las previsiones a corto y medio plazo sean modestas.

Todos estos factores, ha apuntado, invitan a hablar de un «momento optimista para la economía navarra», aunque «siempre desde la prudencia». «Las sensaciones son en general buenas», pero «siempre permanecen las sombras y las incertidumbres», sobre todo por la situación en Oriente Medio, ha alertado.

Respecto a 2024, el consejero ha recordado que la previsión es de un crecimiento del 1,3 %, pero a la vista de la buena evolución de los datos, se revisará posiblemente al alza, hasta un 1,5 %.