Después de cuatro derrotas y dos empates, Osasuna se mide al Atlético de Madrid –Wanda Metropolitano, sábado, 19.00, Movistar–, un rival ante el que ha sido incapaz de puntuar en la era Arrasate.
El duelo llega en el peor momento de la temporada, pese a que la escuadra navarra ha dejado signos de recuperación en las dos últimas jornadas, aunque no supo mantener su diferencia frente a Athletic y Mallorca.
En este final de una temporada en la que ha disputado hasta cuatro competiciones, el equipo rojillo está ofreciendo síntomas de cansancio físico y mental, como reconoció su técnico a la conclusión del encuentro frente a los bermellones.
Un agotamiento que es el peor enemigo posible para una visita muy exigente ante un rival que en su feudo solo ha perdido frente al Athletic en la ida de las semifinales coperas y el Barcelona en la competición liguera.
El míster vizcaino recupera a Pablo Ibáñez –cumplió sanción ante el Mallorca–, que vuelve a una lista en la que ya no aparecen futbolista del filial, a excepción del guardameta Stamatakis.
Continúan en la enfermería David García y Kike Barja, dos futbolistas que ya se sabía que no iban a poder jugar esta temporada, mientras que Budimir entra de nuevo en la convocatoria, después de que ante el Mallorca Arrasate no arriesgase dándole entrada en el campo.
En lo que se refiere a la actualidad colchera, Simeone cuenta con cuatro ausencias, las de los lesionados Nahuel Molina y Pablo Barrios –ambos con dolencias musculares– y las de los sancionados Axel Witsel y José María Giménez.
El Atlético de Madrid ya ha obtenido la clasificación matemática para disputar la Champions League la próxima campaña, si bien todavía tiene el reto de poder alcanzar la tercera plaza, con el permiso del Girona.
Cortar la racha
Arrasate ha reconocido que «es un reto enfrentarnos a un equipo que nos ha ganado siempre. Llevamos nueve derrotas seguidas y el objetivo es cortar esa racha en una semana de tres partidos, donde se acumula un poco la carga y toda la temporada que llevamos».
Así, ha reflejado que «todo el mundo estamos un poco cansados, en el sentido de que el año ha sido complicado, por la toma de decisiones, la gente está encima...», ha dejado caer.
Ello ha llevado a que el equipo esté protagonizando un mal momento. «Los resultados no están siendo buenos. Llevamos dos empates, pero me gustó el partido de Bilbao y el primer tiempo del otro día contra el Mallorca. La idea es darle continuidad a eso desde el juego y desde la competitividad», se ha postulado.
Pese a ello, ha considerado que «en el día a día estoy contento y con los jugadores tengo una sensación buenísima. Para mí, eso es más importante que otras cosas. Me hubiese gustado sacar más puntos y terminar más arriba».
Será su última salida en el banquillo osasunista, por lo que ha hecho balance foráneo. «Ha habido alegrías y penas, pero creo que el equipo ha sacado buenos resultados. Es nuestro último partido fuera, por lo que queremos terminar con buenas sensaciones», ha comentado.
En cuanto al partido en sí, ha avanzado que «nos tocará hacer un poco de todo. Queremos tener protagonismo con balón, pero nos someterán seguro. Deberemos alternar la presión con el repliegue».
También ha avanzado que Budimir podría volver a competir. «Está mejor y entiendo que mañana puede tener unos minutos. Nos puede ayudar, veremos cómo va el partido», ha apuntado.
Por último, ha elogiado al Atlético. «Donde nosotros somos bastante buenos, ellos son los mejores. Tenemos aspectos similares, pero ellos están un punto por encima. Eso es lo que nos ha faltado y hacer un partido redondo contra ellos«, ha concluido.