El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha apelado este jueves a los votantes a que «no se queden en casa» en las elecciones europeas, pues ha destacado que hay que «combatir» a todas las fuerzas «populistas y extremistas» en un momento en que «no corren buenos tiempos» para quienes creen «en la Europa de las libertades».
Ortuzar ha hecho este llamamiento en el acto de apertura de campaña en el que ha acompañado a la cabeza de lista de la Coalición por una Europa Solidaria, la jeltzale Ohiane Agirregoitia, junto al lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, y al candidato de EAJ/PNB, Jean Telletxea.
El PNV ha elegido para este arranque la localidad de Hondarribia, donde desemboca el Bidasoa, como símbolo. «Para quienes estaban y están cómodos en la vieja Europa, en la Europa de los Estados, este río es una línea divisoria. En cambio, para nosotros une las dos orillas de un mismo pueblo», ha afirmado Ortuzar.
«En muchos lugares –ha señalado– se está abriendo paso una corriente antieuropea o, por lo menos, euroescéptica. Populistas y extremistas, ultras, da igual de derecha que de izquierda, que prefieren ir para atrás. Hay que combatirla con todas nuestras fuerzas», ha enfatizado Ortuzar, que ha recalcado que «cada voto es decisivo para que Europa siga avanzando».
«Hay que votar, y votar a opciones europeístas, para que Abascal, Meloni o Le Pen no sean quienes lleven a Europa al desastre», ha subrayado.
Ohiane Agirregoitia ha criticado asimismo los «populismos extremistas» que ofrecen «soluciones simples», «ocultan la verdad y generan falsas expectativas» al tiempo que «disfrazan su discurso manipulando y engañando».
«Nos tendrán enfrente y con los deberes hechos, con propuestas reales y concretas para problemas reales y concretos», ha resaltado la candidata, que ha avanzado que su formación quiere ejercer de «lobby vasco en Europa» y «poner pie en pared a movimientos extremistas que ponen en riesgo lo conseguido hasta ahora».
Iñigo Urkullu, por su parte, ha afirmado que «el futuro de Euskadi» está unido a la aportación y «participación directa» en las decisiones que se tomen en Bruselas o Estrasburgo y ha defendido una política exterior común, ya que «no tiene sentido que cada Estado, en función de sus intereses, adopte decisiones de forma unilateral».