Mariona Borrull

Itsaso Arana, Jonás Trueba y Vito Sanz ganan la Quincena de Cineastas

Con ‘Volveréis’, el equipo de Los Ilusos triunfa en la competición paralela. A la complacencia de ‘Spectateurs!’ y ‘L’amour ouf’ le ha contestado la magnífica ‘Grand Tour’ de Miguel Gomes.

Fotograma de ‘Volveréis’.
Fotograma de ‘Volveréis’. (ELÁSTICA FILMS)

‘Volveréis’ triunfa en la Quincena de Cineastas

El jurado de representantes de Europa Cinemas, la asociación de exhibidores europeos, ha decidido premiar con el premio principal de la competencia dedicada a la singularidad en la escritura cinematográfica a la nueva película de Jonás Trueba con Los Ilusos. ‘Los Secretos de un matrimonio’ del cineasta madrileño miran cómo Ale (Itsaso Arana) y Alex (Vito Sanz) organizan una fiesta para celebrar su separación inminente, tras catorce años de una relación que dejan en buen término.

La película, el más valiente y emotivo de los juegos metaficcionales de Jonás Trueba (director de ‘Tenéis que venir a verla’ y nieto de Fernando, quien también tiene un papel en el film), ha merecido el galardón por ser «humorística e inteligentemente escrita», tanto como una «mirada inspiradora a las relaciones humanas». Así leía el dictamen del jurado: «Es un agradable faro de positividad y creemos que atraerá al público de toda Europa». Por recompensa del premio, los cines de la red de Europa Cinemas darán un trato preferente a la película.

 

Miguel Gomes y Gilles Lellouche, el agua y aceite de la Competición

En la previa del festival nos percatábamos de la aleatoriedad sólo aparente de los criterios de la competición oficial, altamente monopolizada por gigantes franceses. Hoy ‘L’amour ouf’ nos reafirmaba en nuestro escepticismo. Adèle Exarchopoulos y François Civil encabezan una larga pasión sobre el amor y la violencia, dirigida a medio camino del musical y el thriller por Gilles Lelouche. El resultado es un desmadre más parecido a la ñoñería de ‘A tres metros sobre el cielo’ que a la trágica ‘El padrino’, quizás por estar escrito a ocho manos sobre la novela homónima de Neville Thompson.

Y por fin hoy recuperábamos ‘Grand Tour’, el regreso sin condiciones de Miguel Gomes (‘Las mil y una noches’) a la Croisette y una de las películas más vitoreadas de la Sección Oficial. Gomes escribe la persecución en bisagra por parte de una mujer, detrás de un cobarde funcionario británico que el día de su boda huye en un «gran tour» por los confines de Asia. Igual que Jia Zhangke, el vagabundeo de él adelgazará la narrativa en favor de la exploración fascinada de los templos de Birmania, el Japón neurálgico, los bosques de la China… Gomes se deleita en un fresco de tiempos indeterminados, mezclando archivo documental de tiempos muy diferentes y salvando a la propia película, con su absurda pero preciosa persecución al corazón de la selva, del paso del tiempo. Fascinación atemporal; ingredientes esenciales del buen cine o, en todo caso, del cine que aquí merece ser laureado.

 

Arnaud Desplechin escribe su ‘Cinema paradiso’

Remedio casero de infalibilidad probada: para el hartazgo de películas, nada mejor que una ración de cinefilia en vena. Nada nos enternece el corazón tanto como un largo y sentido monólogo acerca de los poderes de la pantalla... Y Arnaud Desplechin (‘Tres recuerdos de mi juventud’) adora la pantalla. Por ello, ha dirigido una película-tesis en la que sintetiza, por partes, las grandes ideas de la historia sobre la naturaleza y el efecto de las imágenes que pasan por delante de nuestros ojos en una sala a oscuras.

‘Spectateurs!’, exclamada por pura devoción, propone un acercamiento didáctico –aunque ni masticado ni pretencioso– a las teorías del cine como forma de acceso a nuestra realidad, la cotidiana y la mental. Desplechin hilvana la lectura comentada de fragmentos de Stanley Cavell o André Bazin con un recopilatorio de grandes éxitos del cine canónico (Michael Cimino, Ang Lee, Ingmar Bergman, Roberto Rossellini…). Honra a sus referentes y a sí mismo, coser el puzle recreando pasajes de la formación del niño protagonista de ‘Tres recuerdos de mi juventud’ (interpretado de adolescente por Milo Machado-Graner, de Anatomía de una caída), en una metaficción minimalista y lacrimógena como ‘Cinema paradiso’.