El Barcelona zanja la discusión y se confirma el mejor equipo del mundo. No había demasiadas dudas aunque, como advertía Vicky Losada con una sonrisa en las horas previas a final, el Olympique es «como el Real Madrid en la Champions masculina, no importa cómo le vaya la temporada que en Europa está ahí y casi siempre gana». Pero no ha podido esta vez ante el poderío de un rival mayúsculo, que ha sufrido como se preveía y ha tenido de su lado la suerte en el remate de Aitana Bonmatí que le ha permitido encarrilar el choque pero que ha ganado con justicia para pasarse las dos pantallas que le quedaban: el Barcelona supera por primera vez al campeonísimo francés, ante el que había caído claramente en las dos finales que les habían enfrentado anteriormente, y celebra el primer póker de su historia, tras haberse embolsado Liga, Copa y Supercopa antes de esta Champions League, la tercera –segunda consecutiva– que conquista.
Le queda un largo camino para arrebatar también el honor de ser el mejor equipo de la historia al Olympique pero es inevitable confiar en que se acercará. Y es que el Barcelona lo tiene todo. Calidad individual como ningún otro, físico, ambición, variedad táctica y una perseverancia que se le echaba en falta hace un lustro pero en la que se ha afanado para convertirse en una máquina prácticamente imposible de batir.
Le ha hecho falta en San Mamés, donde se ha sentido como en casa –más de tres cuartas partes del campo eran suyas– pero sobre el césped ha jugado con el mismo número de futbolistas que su rival. Jonathan Giráldez ha metido músculo en el centro del campo, con Walsh y Patri Guijarro, mientras Sonia Bompastor optaba por Gilles para el centro de la defensa en lugar de M'Bock Bathy, al contrario de lo que había avisado la víspera. No ha habido más movimientos destacables por parte de ninguno de los dos equipos que en el primer tiempo han protagonizado un auténtico choque de trenes.
Las francesas han querido marcar territorio desde el pitido inicial. El primer balón y el primer remate han sido suyos. También el primer recadito, se lo ha dado a Irene Paredes una Dumornay que ha tenido muy ocupada a la legazpiarra durante todo el encuentro. Tampoco es que el Barcelona haya tardado demasiado en calentarse. A los cinco minutos llegaba el primer centro de Graham Hansen, que para culminar su espectacular temporada, se ha convertido en el faro del equipo culé durante la primera parte junto a Aitana. Habría bastado casi contra cualquier otro rival pero no contra un Olympique concentradísimo que, con un gran despliegue físico y táctico, ha sacado los pocos centros laterales que ha conseguido meter su rival, al que también le tapaba los huecos por dentro.
Al equipo de Sonia Bompastor también le ha costado llegar, sobre todo cuando ha intentado jugar el balón. No es fácil superar la línea de presión culé, con lo que casi siempre ha tenido que apostar por los balones largos para la carrera de Diani y Cascarino por las bandas. Pero una vez que llegaba a las inmediaciones del área ha hecho más daño que su rival, tanto en jugada como a balón parado. Dos ha enviado al palo al cuarto de hora tras un saque de esquina el equipo galo, que también ha probado después con un remate de Van de Donk en el segundo palo y un chut de Diani desde la frontal sin que la pelota llegara a entrar.
A la media hora Patri Guijarro ha provocado el error de Horan en el área, su remate lo ha sacado Endler pero el balón lo ha acabado despejando Bacha sobre la línea. El Barcelona ha vuelto a calentarse, obra y gracia de Graham Hansen, conforme se ha acercado el descanso. En el 45 la noruega lo ha hecho todo para plantarse en el área y rematar cruzado un balón que se ha ido fuera por poquísimo. Y un segundo después enviaba un balón para el remate a bocajarro de Mariona que Gilles sacaba como podía.
Ha empezado igualada la segunda parte aunque de nuevo generaba más peligro el Olympique, sobre todo a balón parado. Dumornay ha probado con un disparo a la media vuelta y Gilles con un cabezazo pero el balón seguía sin entrar.
Lo ha hecho recién cumplida la hora de juego. Apenas había generado peligro por la izquierda el Barcelona pero por allí ha venido el gol, con un pase filtrado de Mariona para Aitana, que entraba en el área y, casi sin ángulo remataba a puerta. El balón tocaba lo justo en Cascarino para hacérselo inalcanzable a Endler y convertirse en el 1-0.
Bompastor ha movido piezas pero han sido más el coraje y la rabia los que han empujado al Olympique en busca de un empate que no ha llegado. El Barcelona contenía con bastante fundamento a su rival y buscaba la sentencia a la contra. Ha llegado con el descuento a punto de consumirse y ha supuesto el final feliz con el que, probablemente, soñaban todos los barcelonistas. Porque el tanto lo ha marcado su capitana, Alexia, que apenas llevaba unos minutos en el campo y en la misma semana que ha firmado su renovación tras meses de altibajos en las negociaciones.
Barcelona: Cata Coll; Bronze, Paredes, Engen, Rolfo (Ona Batlle, min.66); Aitana, Walsh (Alexia, min.96), Patri Guijarro; Graham Hansen, Paralluelo (Brugts, min.85) y Mariona (Pina, min.91).
Olympique de Lyon: Endler; Carpenter, Gilles (Becho, min.80), Renard, Bacha; Horan, Egurrola, Van de Donk (Hegerberg, min.80); Diani, Dumornay y Cascarino (Majri, min.65).
Árbitra: Rebecca Welch (Inglaterra). Amarillas a Alexia (96’); y Bacha (70’).
Goles: 1-0, min.63: Aitana. 2-0, min.96: Alexia.
Incidencias: Final de la UEFA Women’s Champions League disputado en San Mamés ante 50.827 espectadores.