PNV y EH Bildu han pedido a Solaria que replantee el trazado que contempla como vía de evacuación de su energía producida en Araba, una línea de alta tensión que transcurrirá por municipios y localidades «que no se beneficiarán de esa energía limpia».
La coalición soberanista, a través de su concejal en Abanto Sergio Monedero, ha presentado una serie de alegaciones al proyecto. «El estudio de impacto ambiental que se plantea individualmente en relación a esta nueva infraestructura supone un fraude al no realizarse conjuntamente con todas las afecciones que venimos sufriendo y que últimamente se están incrementando», señala.
Asimismo, entiende que el proyecto «no cumple con los criterios mínimos de sostenibilidad al no situar geográficamente cerca el lugar de generación y el de consumo» y repasa varios puntos por los que discurre el trayecto por «zonas de alto valor ecológico».
Por su parte, el PNV ha reunido en la explanada de la mina Concha en Gallarta a los alcaldes del PNV Iñaki Urrutia (Abanto), Eugenio Mendikote (Zierbena), Saulo Nebreda (Ortuella) y Juan Andrés Iragorri (Gueñes), las alcaldesas Rakel Larruskain (Galdames) y Ángela Egia (Gordexola), y la cabeza de lista jeltzale en Trapagaran, Ainhoa Santisteban, para mostrar su malestar con un proyecto «que les es ajeno en diseño y beneficios» y han anunciado que también presentarán alegaciones para reducir las posibles afecciones.
«Es difícil de entender y defender un proyecto que no conlleva, por lo menos por lo que sabemos ahora, ninguna compensación ni para los municipios afectados ni para las personas que en ellos viven», ha asegurado Iñaki Urrutia, alcalde de Abanto y encargado de poner voz a la reclamación de los regidores jeltzales.
Urrutia ha afirmado que hay una apuesta del PNV y sus representantes «a favor de la transición energética y el desarrollo de energías renovables», pero ha puntualizado que éstas «se deben desarrollar con el menor impacto y afecciones posibles» tanto al medio natural, como a la ciudadanía y a las viviendas.
La Diputación insta a «reflexionar»
A su vez, la diputada de Medio Natural y Agricultura de Bizkaia, Arantza Atutxa, ha explicado que la Diputación no dispone aún del informe sobre la afección en territorio vizcaíno del proyecto de línea de alta tensión y, por tanto, ha eludido hacer una valoración al respecto. No obstante, ha instado a hacer «una reflexión sobre por qué una planta que se ubica en Araba debe recorrer prácticamente 100 kilómetros para evacuar la energía».
La diputada ha precisado que la Diputación «no es el órgano que decide ni resuelve» sobre este proyecto, aunque sí debe informar sobre las afecciones que pueda tener en Bizkaia dentro del plazo de la tramitación de la declaración de impacto ambiental.
En este sentido, ha opinado que «una planta de energías renovables debería disponer energía a lo más cercana posible». De este modo, ha considerado que «las afecciones que puedan tener cualquier tipo de infraestructura de este tipo y que recorra muchos kilómetros» hacen que «pierda un poco ese sentido».
Solaria, dispuesta a «soluciones técnicamente viables»
La empresa Solaria Eguzki Sorkuntza ha reiterado públicamente su disposición para alcanzar soluciones «técnicamente viables» con la menor afectación posible para los municipios por los que transcurra la línea de alta tensión.
Tras apuntar que la compañía «siempre procura conectar sus plantas solares fotovoltaicas a las subestaciones más cercanas, para generar el menor impacto posible» sobre el territorio, ha precisado que la línea de alta tensión de los proyectos de Solaria en Araba responde a «la única posibilidad de conexión técnicamente disponible».
Por último, ha tendido la mano a todas las instituciones «para llegar a acuerdos y facilitar toda la información necesaria».
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