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Al menos dos mujeres denuncian al alpinista Nirmal Purja por acoso sexual

Un artículo publicado en 'The New York Times' el pasado 31 de mayo ha abierto la caja de los truenos contra Purja. Después de sus polémicas en la montaña, ahora dos mujeres describen conductas inapropiadas del guía británico-nepalí.

Nirmal Purja, en la montaña.
Nirmal Purja, en la montaña. (BREAMONT PROJECT POSSIBLE)

Hace pocos días, el pasado 31 de mayo de 2024, 'The New York Times' publicaba un artículo revelador con el testimonio de dos mujeres alpinistas que sufrieron por separado conducta inapropiada y acoso sexual de parte del famoso ochomilista comercial y estrella de Netflix, el guía británico-nepalí Nirmal Purja.

El reportaje, firmado por Anna Callaghan Jenny Vrentas bajo el título 'Para las alpinistas, los peligros van más allá de las avalanchas y las tormentas', lleva un subtítulo en que se constata: «Cada vez son más las mujeres que denuncian acoso y abusos sexuales en el deporte, incluidas las acusaciones contra el famoso alpinista Nirmal Purja».

En el reportaje aparecen dos mujeres que cuentan las desagradables experiencias que vivieron con Nirmal Purja. Una de ellas es la finlandesa Lotta Hintsa, quien participó en la expedición del invierno 2019-2020 al Broad Peak con Denis Urubko y Dan Bowie. En el artículo explica cómo Nirmal Purja intentó mantener relaciones no consentidas con ella en marzo de 2023, en una habitación de hotel en Katmandú a la que habían ido para hablar sobre una posible colaboración profesional.

El otro testimonio procede de la estadounidense April Leonardo, clienta de Elite Exped (la agencia creada por Nirmal Purja) en una expedición al K2 en verano de 2022. Ella narra cómo sufrió comentarios, tocamientos y besos no deseados de Nirmal Purja.

En ambos casos, las mujeres describen sentimientos de indefensión y de vulnerabilidad, ante la fuerza física del ex miembro de los cuerpos especiales británicos. Añaden que lo único que querían en ese momento era hacer como que no había pasado nada y olvidarlo rápidamente, pero las heridas permanecen.

De polémica en polémica

La controversia persigue la figura de Nirmal Purja. Su periplo por los catorce ochomiles –finalizó la proeza en 2019– tuvo sus dosis de polémica, por el estilo e incluso con alguna cima discutida (posteriormente se demostró que no había alcanzado la verdadera cumbre). También se ha dudado de algunos otros de sus logros, especialmente de algunas ascensiones que no está claro que haya hecho sin oxígeno como él asegura.

Tiempo atrás, la sede de su agencia en Katmandú sufrió una fuerte explosión en la que fallecieron dos de sus empleados.

La más reciente fue hace pocos días, en el Everest. Nirmal Purja denunció públicamente que alguien había cortado las cuerdas fijas de la parte alta de la ruta antes de que él y su grupo realizaran el último ataque de la temporada. Otros le acusaban de dañar la imagen de los sherpas, las agencias y la industria del Everest en general. Las autoridades tomaron cartas en el asunto y anunciaron una investigación.

Jornet: «Igualdad y seguridad en la montaña, primordiales»

La noticia publicada por 'The New York Times' está dando mucho que hablar en el ámbito del alpinismo. Por ejemplo, Kilian Jornet, reciente vencedor de la Zegama-Aizkorri, ha dado su opinión en su cuenta de X (antiguo Twitter).

«El artículo destaca los graves riesgos a los que se enfrentan las mujeres en entornos de alta montaña, con demasiada frecuencia demasiado 'lejano oeste' debido a su sentimiento de anarquía. Como miembros de la comunidad montañera, tenemos la responsabilidad de garantizar que, más allá de los peligros inherentes a las montañas, el medio ambiente sea seguro para las mujeres. Esto significa denunciar las agresiones experimentadas o presenciadas, y garantizar que quienes están en el poder, a menudo hombres en roles como guías y líderes de expediciones, creen y mantengan un espacio seguro», subraya el corredor de montaña catalán.

Asimismo, añade que «debemos fomentar una cultura de respeto y seguridad en el montañismo, garantizando que todos puedan practicar su pasión sin miedo, apoyándonos y protegiéndonos unos a otros, haciendo de la montaña un lugar donde la igualdad y la seguridad sean primordiales».

El deportista recuerda que cuando se fundó el primer club alpino en Inglaterra en 1857, «las mujeres quedaron excluidas. Mucho ha evolucionado desde entonces, pero al montañismo todavía le queda un largo camino por recorrer para lograr una verdadera igualdad. En una cultura predominantemente dominada por hombres, es crucial que persistamos en convertirla en un entorno seguro para todos».