Aunque ya hace tiempo que Naciones Unidas señala las distintas vías de navegación que conducen a Canarias desde la costa de África como la ruta migratoria más mortífera del mundo, las cifras que presenta este miércoles Caminando Fronteras no tienen precedentes: en solo cinco meses se aproximan al recuento de 6.007 muertos que dejó el ejercicio de 2023 completo, según la misma ONG.
Si estos datos se cruzan con las cifras de llegadas que publica el Ministerio español del Interior, 17.117 personas hasta el 31 de mayo, se observa que en estos cinco meses ha muerto o desaparecido en embarcaciones rumbo a Canarias un inmigrante por cada 3,5 que fueron rescatados. En 2023, cuando se batieron todos los récords de llegadas, con 39.910, la misma tasa fue de un muerto por cada 6,6 supervivientes.
La nueva edición del informe ‘Monitoreo del derecho a la vida en la frontera occidental Euroafricana’ de Caminando Fronteras estima en 5.054 las muertes de inmigrantes en las rutas marítimas que conducen al Estado español en los cinco primeros meses del año, 33 al día.
A las 4.808 sucedidas en la Ruta Canaria, esta ONG añade otras 175 muertes en la Ruta Argelina (desde Argelia hacia Illes Balears y la costa mediterránea), 47 en el mar de Alborán y 24 en el estrecho de Gibraltar. Se incluyen al menos a 154 mujeres y 50 niños y niñas.
Los datos recopilados por Caminando Fronteras en contacto con los propios migrantes y sus familias indican que en estos cinco meses han desaparecido 47 embarcaciones con todos sus ocupantes.
Hallado en Brasil
Esta ONG ya venía alertando desde principios de año del gran número de cayucos que estaban desapareciendo en el Atlántico tras partir desde la costa de Mauritania. Uno de ellos fue encontrado el 15 abril al otro lado del Atlántico, en la costa de Brasil, con nueve cadáveres a bordo.
Sus datos indican que la mayoría de las vidas perdidas en el Atlántico este año corresponden a cayucos que salieron de Nuakchot, Nuadibú u otros puntos de la costa mauritana: 3.600. Otras 959 vidas se perdieron en embarcaciones de Senegal o Gambia y 249 en pateras que zarparon desde el Sahara y Marruecos.
Caminando Fronteras constata en su informe que en estos meses se han reducido de forma «importante» las salidas de cayucos desde Senegal y Gambia, los extremos meridionales. Sin embargo, se han disparado las de Mauritania, con ciudadanos de diferentes nacionalidades.
En su recuento de los primeros cinco meses de 2024 hay víctimas de 17 países: Argelia, Burundi, Burkina, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Islas Comores, Mali, Marruecos, Mauritania, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra Leona, Sudán y, fuera de África, también Pakistán.