Los líderes del G7 han acordado conceder a Ucrania un préstamo de 50.000 millones de dólares (46.500 millones de euros) financiado con los intereses de los activos del banco central ruso congelados en la Unión Europea por las sanciones para contribuir a la recuperación ucraniana.
«Confirmo que hemos llegado un acuerdo político para proporcionar a Ucrania un apoyo financiero adicional de unos 50.000 millones de dólares antes de finales de año», ha indicado la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
En este sentido, ha dicho estar «particularmente orgullosa» del acuerdo al que han llegado. «Ahora habrá que definirlo desde un punto de vista técnico», ha señalado tras el primer día de cumbre, celebrada en la ciudad italiana de Apulia.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha catalogado de «paso histórico» el acuerdo para apoyar a Ucrania con 50.000 millones de dólares. «Putin tiene un plan: quiere impulsar la guerra hasta que todos dejen de apoyar a Ucrania», ha dicho en la red social X.
También ha reaccionado al anuncio la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Esto se fundamenta en la acción de la UE, donde estamos redirigiendo estos beneficios a la defensa y la reconstrucción de Ucrania», ha señalado.
Según un alto funcionario estadounidense, Estados Unidos será el máximo contribuyente del préstamo a Ucrania, aunque ha abierto la puerta a que otros socios del G7 u otros países aliados de Kiev se sumen al fondo, bautizado ‘Préstamos de Aceleración Extraordinaria de Ingresos (EPA) para Ucrania’.
Solo Estados Unidos está dispuesto a aportar los 46.000 millones de euros, ha declarado a la prensa el citado funcionario, que ha insistido en crear un «sindicato de préstamos» con las contribuciones de otros países para «compartir el riesgo».
Otro punto de discordia es quién sería el responsable último del préstamo en caso de que la guerra termine sin que se hayan generado suficientes intereses en los activos rusos para pagarlo.
Según el funcionario estadounidense, los líderes del G7 se han comprometido a que los activos de Rusia permanecerán congelados hasta que el Kremlin pague por los daños causados en Ucrania, que según el Banco Mundial exceden los 450.000 millones de euros.
De esa forma, hay dos opciones: o Rusia paga por el daño causado cuando acabe la guerra –algo a lo que difícilmente accederá el Kremlin– o los activos seguirán congelados hasta que generen suficientes beneficios para pagar por el préstamo, de acuerdo al citado funcionario.
La realidad política, sin embargo, es más complicada porque los 27 miembros de la UE tienen que votar cada seis meses de manera unánime para renovar las sanciones por las que se congelan los fondos rusos y Hungría –principal aliado de Moscú en la UE– podría votar en contra, descongelando los activos.
Zelenski firma acuerdos con EEUU y Japón
En el transcurso de la cumbre, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se ha reunido con Meloni, así como con los primeros ministros de Canadá y Reino Unido, Justin Trudeau y Rishi Sunak, respectivamente, en Borgo Egnazia, un resort de lujo ubicado en Apulia.
El mandatario ha firmado dos acuerdos de seguridad con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y con el primer ministro japonés, Fumio Kishida. «Japón proporcionará a Ucrania 4.500 millones de dólares y seguirá apoyándonos durante todo el período de 10 años que dure el acuerdo», ha señalado.
Con respecto al acuerdo firmado con su homólogo estadounidense, Zelenski ha indicado que incluye «una parte detallada y jurídicamente vinculante que garantiza la fiabilidad del apoyo de Estados Unidos» a la independencia de Ucrania.