Desde este sábado ya son visibles en la capital vizcaina en todos los accesos a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) señales verticales que informan de la restricción de acceso a los vehículos más contaminantes.
La ZBE ya ha entrado en vigor, pese a tener efecto aplicativo desde el próximo lunes, día 17, cuando se restringirá la entrada entre las 7.00 y las 20.00 en días laborables.
Inicialmente, la ZBE se limita a Abando e Indautxu, por ser las zonas «con más tráfico y mejor conectadas por transporte público».
Durante los primeros tres meses, el incumplimiento de la normativa no recibirá sanción. La persona infractora sí recibirá una notificación en su domicilio para informarle del incumplimiento cometido, con el objetivo de concienciarla para respetar la norma.
En el acto en el que se han descubierto las señales, la teniente alcalde y concejal de Movilidad y Sostenibilidad de Bilbo, Nora Abete, ha defendido que la implantación de esta zona permite avanzar hacia una ciudad «más sostenible y verde», además de «mejorar tanto la calidad del aire como la salud» de la ciudadanía.
«Una nueva etapa»
Abete ha afirmado que «comienza una nueva etapa» en la movilidad, y ha valorado que la capital vizcaina es «la primera ciudad de Euskadi en implementar la zona de bajas emisiones».
Según ha detallado, en la actualidad un 14% de los vehículos que circulan por la villa lo hacen sin distintivo ambiental, aunque la limitación circulatoria afectará a una cifra menor al darse «exenciones y moratorias».
«La zona de bajas emisiones se irá implementando de forma gradual hasta 2030. El próximo año serán los vehículos B quienes no puedan acceder de forma general y habrá quienes tengan moratorias hasta 2030, fecha en la que hay que llegar a los objetivos de calidad del aire marcados por la Unión Europea», ha añadido.
La teniente de alcalde ha insistido en que el objetivo de la medida no es sancionar ni tiene «fin recaudatorio» y ha apostado por lanzar un «mensaje en positivo», ya que «menos contaminación es mejor salud».