Aunque sin posibilidades de ser elegido, Pello Otxandiano se ha postulado este jueves como candidato a lehendakari para presentar un proyecto que responda a los retos globales y de país de «una nación pequeña». Este momento histórico exige, a su juicio, recobrar la ambición nacional y un nuevo modelo de gobernanza soberanista y progresista desde unas bases compartidas.
El candidato de EH Bildu ha lamentado que el PNV y PSE hayan pretendido convertir esta sesión de investidura en un mero trámite, ya que el «momento histórico» exige un debate profundo que responda a las necesidades del país a medio y largo plazo.
Esa fase crucial se refleja, según Otxandiano, en una coyuntura histórica de múltiples crisis y desintegración del consenso neoliberal, en la que se necesitan «acuerdos políticos» para abordar la desconfianza de la gente.
Pero en este contexto internacional marcado por la crisis climática, la guerra y la inflación, ¿en qué punto se encuentra el pueblo vasco?, se ha preguntado Otxandiano. A su juicio, «la botella pierde agua», y ha citado algunos indicadores concretos: el debilitamiento del sistema comunicativo vasco y de la utilización del euskara, la progresiva pérdida de capacidad de decisión sobre el tejido industrial y los lastres al autogobierno. «Se ha gestionado la inercia», ha insistido.
Entre los aspectos que «no se han sabido preparar como debía» ha enumerado la transición energética, el primer sector o los cuidados, pero también ha incidido en la necesidad de revertir la situación de Osakidetza o del mercado inmobiliario, y abordar el tensionamiento del sistema educativo.
Bases compartidas
Ante esta coyuntura histórica, Otxandiano cree necesario trascender la política partidista y formular un proyecto nacional desde unas bases compartidas. Para ello, ha propuesto un suelo común en el que cree que PNV, PSE y EH Bildu pueden construir un acuerdo sobre dos pilares: el reconocimiento nacional de Euskal Herria y el fin a las políticas neoliberales.
En este sentido, y en referencia a los 54 escaños que suman el PNV y EH Bildu sobre un total de 75, ha subrayado que el 73% del Parlamento «defiende que Euskal Herria es una nación y que le corresponde el derecho a decidir». A su vez, y aludiendo a los 40 escaños que suman EH Bildu, PSE y Sumar, ha manifestado que existe «una mayoría absoluta que es de izquierdas».
Esa es la voluntad democrática expresada en las urnas y que muestra que este país se estructura en torno a dos ejes fundamentales: el social (progresista e igualitario) y el nacional (abertzale y soberanista). En lugar de enfrentarlos, Otxandiano ha afirmado que «debemos fomentar espacios de encuentro que integren y respeten ambos ejes».
Para ello, ha propuesto seis espacios de colaboración: la soberanía estratégica (autosuficiencia en alimentación, energía e industria), el bienestar (salud, cuidados y políticas sociales), la educación (afrontando baja natalidad, migraciones y digitalización), la identidad comunitaria (cohesión social, medios de comunicación y euskaldunización), la reducción de la huella ecológica y la transformación energética, y el establecimiento de un modelo propio de seguridad en un contexto de pulsión autoritaria.
Propuestas concretas
De esta manera, Otxandiano ha planteado aumentar al 50% el nivel de autoabastecimiento de alimentos de primera necesidad para el año 2030, buscando así fortalecer la seguridad alimentaria local. También ha propuesto reducir la dependencia energética del exterior al 70%, como parte de una estrategia para aumentar la autosuficiencia energética del país.
En el ámbito industrial, Otxandiano enfatiza la necesidad de revitalizar el tejido productivo, mejorando los centros de decisión y aumentando el impulso público para apoyar la producción local y la creación de empleo.
Además, apuesta por ampliar significativamente la oferta de vivienda en alquiler y aumentar el parque público de viviendas, como medida para hacer frente a los desafíos del mercado inmobiliario y garantizar el acceso a una vivienda adecuada para todos y todas.
En términos ambientales, sugiere reducir en un 25% el uso de recursos fósiles, disminuyendo así la huella ambiental del país y avanzando hacia un modelo energético más sostenible.
En el ámbito educativo, Otxandiano destaca la necesidad de invertir 1.000 millones de euros para mejorar las condiciones de las escuelas públicas y para promover una expansión significativa en la enseñanza del euskara, con el objetivo de aumentar del 62% al 80% la población que conoce y entiende el idioma del país.
En el ámbito cultural, ha subrayado la necesidad de fomentar la creación de 20 producciones a gran escala al año en áreas como la ficción en euskara, las artes escénicas y las artes plásticas, como parte de un impulso hacia una cultura vibrante y diversa.
Asimismo, propone un cambio hacia un modelo policial de proximidad, redefiniendo el reparto de funciones entre la Ertzaintza y la Policía Local para fortalecer la seguridad comunitaria y mejorar la relación entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad.
Para el desarrollo de este proyecto de país, el candidato de EH Bildu ha remarcado que «será necesario generar nuevas condiciones materiales en los siguientes cinco ámbitos»: una administración altamente capacitada, un nuevo reparto de la riqueza, una red de ciencia y tecnología efectiva, incorporación al mundo digital de forma ética y equilibrada y la cooperación entre los territorios vascos.
Nuevo estatuto
Otxandiano ha sido claro sobre el Nuevo Estatus. Tras remarcar que «necesitamos nuevos instrumentos jurídicos-políticos que den soporte a un empoderamiento para afrontar los restos de los nuevos tiempos», se ha preguntado: «Si es ahora, ¿cuándo?».
Así, ha reafirmado su apuesta por avanzar hacia un nuevo modelo de autogobierno en la CAV, algo que ha considerado especialmente necesario ante el «incumplimiento» del Estatuto de Gernika de 1979 y ante «la enorme devaluación sufrida en sus contenidos por la acción del Legislativo español y su brazo jurídico del Tribunal Constitucional».
Lo ha justificado en que «el modelo territorial vuelve a estar en la agenda del Estado como en los años de la transición» y «este Parlamento Vasco cuenta con una mayoría soberanista sin precedentes en la historia». «Pero no solo este Parlamento: en estos tres territorios, el 99% de los ayuntamientos, las tres Juntas Generales, la mayoría sindical... son favorables a nuestro reconocimiento como nación y un nuevo estatus político».
De este modo, ha fijado la posición de EH Bildu: «El momento es ahora. Afortunadamente contamos con el Acuerdo de Bases y Principios de 2018 para ello. Además, debemos aprovechar el debate sobre la plurinacionalidad que, indiscutiblemente, se debe abrir en el Estado. Responsabilidad, generosidad y altura de miras para abordar el debate. La izquierda soberanista tiene toda la predisposición. Puede contar con EH Bildu», ha trasladado, sin citarlo, a Pradales.