Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

La Red de Personas Torturadas de Euskal Herria llama a visibilizar a las miles de víctimas

Integrantes del grupo promotor de la Red de Personas Torturadas de Euskal Herria anima a quienes sufrieron esa práctica «sistemática» a participar de la dinámica para visibilizar esa realidad. Siguen trabajando de cara al encuentro previsto para el 15 de febrero de 2025.

Integrantes de la Red de Personas Torturadas de Euskal Herria, en la comparecencia de Bilbo.
Integrantes de la Red de Personas Torturadas de Euskal Herria, en la comparecencia de Bilbo. (Oskar Matxin Edesa | FOKU)

La Red de Personas Torturadas de Euskal Herria ha comparecido este miércoles, en que se conmemora el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, para volver a visibilizar esa realidad –con 5.394 casos acreditados hasta el momento mediante los estudios del Instituto Vasco de Criminología– y animar a quienes la sufrieron a sumarse a esta dinámica, que prepara un encuentro de todas ellas para el 15 de febrero de 2025.

Seis de los integrantes de la red han aprovechado la fecha, como lo hicieron el pasado 13 de febrero cuando presentaron también en Bilbo al grupo promotor, para volver a invitar a sumarse a todas las personas que, como ellas, fueron torturadas. «Queremos ser altavoz de las personas torturadas de Euskal Herria», han expuesto Ixone Fernández e Iker Moreno, que han ejercido de portavoces.

«Somos conscientes de que las personas que hemos sufrido tortura somos muchas más de las que reflejan los números oficiales», han reconocido y, por ello, han destacado la importancia de que no quede «ni un solo caso sin sacar a la luz».

Su objetivo, han aclarado, es trabajar por el reconocimiento y reparación de todas aquellas personas que han sido víctimas de una práctica sistemática, «para garantizar que nada de lo que nos ocurrió, le vuelva a pasar a nadie en nuestro pueblo».

Las seis personas han estado rodeadas de miles de folios, recordando al papel en blanco que «nos han llegado a poner delante con la intención de que lo firmáramos a todas las personas que hemos sufrido un periodo de incomunicación».

«Estos folios –han añadido Fernández y Moreno– son coacciones, amenazas, gritos, golpes y palizas, bolsas, bañeras, electrodos y una interminable lista de atrocidades. Métodos para lograr autoinculpaciones de miles y miles de personas torturadas en Euskal Herria buscando así su castigo». Pero, han incidido, sirvieron además «para seguir con la rueda de terror que fue la incomunicación, alimentándola con más detenciones y más autoinculpaciones».

Catorce muertos

Además de los folios blancos, había 14 negros, para recordar a las personas que fallecieron a consecuencia de la práctica de la tortura.

A través de las leyes de reconocimiento aprobadas en Hego Euskal Herria, son más de 210 los casos acreditados hasta hoy. Han confesado que todavía no han conseguido «el merecido eco mediático y social». «Somos conscientes de lo duro y difícil que va a ser el camino a recorrer para lograr el reconocimiento oficial de todos los casos y su posterior divulgación», han admitido.

El número es muy pequeño a la vista de los 5.394 casos de tortura acreditados hasta el momento por estudios del Instituto Vasco de Criminología. «Han sido muchos años de silencio, intentando negar la realidad de la tortura o de mirar hacia otro lado por parte de responsables institucionales, determinados partidos políticos o ciertos medios de comunicación. Cuando existían y existen evidencias claras de lo ocurrido en comisarías y cuarteles de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», han señalado.

Asambleas en otoño

En otoño, han anunciado, llevarán a cabo asambleas con las personas torturadas en cada pueblo y comarca para llegar al máximo de víctimas, de cara a la cita de todas ellas el 15 de febrero de 2025.

«Vamos a realizar un enorme auzolan en el que las personas torturadas seamos las protagonistas. Tejamos y ensanchemos la red para que ninguna personas torturada en Euskal Herria se quede fuera de este proceso», han pedido.

Su objetivo es «ser una herramienta realmente útil» para aquellas personas que hayan padecido malos tratos y torturas. «Sabemos de la importancia de ese proceso y de sentirse acompañada», han apuntado.

«Es hora de sacar del olvido la lacra de la tortura, le debemos a la sociedad, a las futuras generaciones, esclarecer lo ocurrido. Es la forma más efectiva para erradicar la práctica de la tortura. Que nadie, nunca más, vuelva a pasar por lo mismo que sufrimos nosotras y nosotros», han enfatizado, para concluir reclamando verdad, reconocimiento, reparación y garantías de no repetición.