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El piloto del avión que debía deportar a Youssef se niega a despegar con el joven a bordo

Tras someterse a unas pruebas médicas, Youssef ha sido conducido de nuevo al aeropuerto de Loiu, desde donde estaba previsto que fuese deportado a Marruecos a las 15.00 horas. El comandante se ha negado a despegar hasta que el joven ha sido bajado del avión.

El avión ha despegado sin el joven saharaui a bordo.
El avión ha despegado sin el joven saharaui a bordo. (Endika PORTILLO | FOKU)

El comandante del vuelo de Air Arabia que debía deportar a Youssef, el joven activista saharaui de 23 años retenido en el aeropuerto de Loiu hace doce días, se ha negado a despegar. Ecuador Etxea, citando fuentes de Aena, ha confirmado la noticia y ha publicado un vídeo en el que se ve a varias personas celebrando la noticia en el aeropuerto.

Según Europa Press, que cita fuentes policiales, el piloto se ha negado a llevarlo. Al parecer, el piloto ha estimado que el vuelo «no era seguro» con el joven a bordo y se ha negado a llevarle en el avión a Marruecos, que finalmente ha despegado sin él.

Youssef ha sido devuelto al aeropuerto de Loiu tras someterse esta pasada noche a unas pruebas en un centro sanitario. Tras ser dado de alta, sobre las dos de la madrugada fue conducido de nuevo al aeródromo, desde donde estaba previsto que fuese deportado en un vuelo a Tánger a las 15.00.

Según ha informado Radio Euskadi, el joven llevaba dos días en huelga de hambre para denunciar su deportación a Tánger, confirmado después de que la Audiencia Nacional haya desestimado las medidas cautelares planteadas por su defensa.

Javier Galparsoro, abogado y presidente de Zehar Errefuxiatuak, ha subrayado que no están pidiendo un reconocimiento del estatuto de refugiado, sino que se le permita la entrada para «poder aportar el resto de las pruebas que puedan demostrar o no su verdadera condición de refugiado y luego hablamos».

Tras señalar que el auto de la Audiencia Nacional no se puede recurrir, Galparsoro ha criticado que se ha tomado la decisión «en un tiempo récord sin ninguna argumentación jurídica convincente». Ha insistido en que su deportación es «claramente injusta y no se adecúa a la ley de asilo ni a la convención de Ginebra».

Pese al riesgo de que sea encarcelado por actividades políticas, el tribunal especial español ha considerado que no hay pruebas suficientes para frenar la expulsión. Indica que las fotografías y un teléfono (que estaría roto) aportados para justificar la persecución política no permiten determinar que deba recibir asilo.

La Sala de la sección Cuarta de la Audiencia Nacional ha estipulado que «no existe un riesgo grave, inminente y actual para la vida o la integridad física del demandante», ya que no es un representante destacado del pueblo saharaui y solo aduce haber participado en manifestaciones.

El tribunal ha aceptado la «especial urgencia» de la solicitud por estar el joven en el aeropuerto «pendiente de expulsión a Tánger» pero no aprecia un riesgo «grave» para el joven si es deportado a Marruecos.

Las personas presentes en el aeropuerto han celebrado la decisión del piloto. (Endika PORTILLO | FOKU)

«No se desprende la existencia de un riesgo grave, inminente y actual para la vida o la integridad física del demandante del que pueda decirse que se encuentra conectado con suficiente entidad a los motivos propios de las protecciones internacionales», ha considerado.

Sin embargo, desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados se considera al joven, estudiante de Derecho en la Universidad de Agadir, «activista saharaui» y «perseguido», y por lo tanto merecedor de ese grado de protección internacional. Pero la AN no ha atendido a este argumento.

Así las cosas, si nada a última hora lo impide, este joven será metido en un avión a primera hora de la tarde con destino a Tánger, donde insiste en que puede ser encarcelado. Zehar ha apelado directamente al Gobierno español. Una de las alternativas existentes pasaría por deportarlo a un tercer país, pero las autoridades españolas mantienen de momento la intención de devolverlo a Marruecos, desde donde llegó a Bilbo.

«Tengo miedo pero también esperanza»

Zehar ha difundido a última hora de esta tarde el testimonio del joven, en base a entrevistas realizadas en la zona en que está confinado, puesto que no se halla incomunicado. Este es su relato completo:

«Estoy bien, ahora mismo estoy un poco agotado por el impacto de la huelga de hambre que llevo haciendo desde ayer, pero sigo firme y resistiendo por mi derecho al asilo y al refugio. 

Tengo sentimientos contradictorios respecto a la espera de la respuesta de la Audiencia Nacional, por una parte, tengo miedo al pensar en mi posible deportación a Marruecos y lo que me espera allí; y por otra parte siento esperanza, sentimiento al que estamos  ligado el pueblo saharaui desde el comienzo de la lucha por la libertad y la independencia, desde 1973.

Decidí venir por el acoso al que me sometían las autoridades de la ocupación marroquí y la imposibilidad de vivir con plenas garantías a mis derechos como saharaui dentro del territorio ocupado. Era activista dentro del movimiento estudiantil saharaui, repartíamos  folletos, colgábamos pancartas en instituciones marroquíes y escribíamos consignas por la independencia del Sahara Occidental en las paredes de en diferentes instituciones. Fui arrestado por las autoridades marroquíes, torturado la última vez.

«Fui arrestado por las autoridades marroquíes y torturado la última vez», explica el joven en un testimonio desde el aeropuerto difundido este jueves por Zehar

No puedo pensar en planes futuros. No estoy tratando de pensar en ello, pero no puedo aceptar mi regreso al infierno. Solicité asilo en Bilbao porque sé que la sociedad civil española  es lo opuesto al actual Gobierno español; es partidaria de la lucha del pueblo saharaui, especialmente en el País Vasco. En cuanto al destino, La Habana, era solo para llegar hasta aquí, hasta Bilbao.

Algunos de los empleados del aeropuerto me tratan bien y otros me tratan con dureza.  La última noche ha sido demasiado larga, cada minuto esperaba la decisión de deportación. No pude dormir en toda la noche. En un momento, la policía se me acercó y me dijo: «No hables ni te resistas mucho, en caso de que te devolvemos a Marruecos, no hagas ninguna acción que te impida regresar a España en un futuro». Me negué, y les dije que no acepto mi deportación bajo ningún concepto.

En primer lugar, me gustaría ofrecer un montón de gratitud, gracias a la solidaridad con mi causa y todos los que preguntaron por mí y se molestan en viajar al aeropuerto para visitarme y todos mis amigos; a la sociedad civil española, especialmente en el País Vasco, que ha vuelto a triunfar sobre la verdad y las cuestiones justas. Mi situación es una pequeña parte de la falta de libertad de expresión y de condiciones de vida en el Sáhara Occidental experimentada por los jóvenes saharauis como resultado de las condiciones de ocupación y del bloqueo de Marruecos a la región». 

Protesta en Bilbo

Este jueves a las 19.00 se ha realizado una concentración de protesta en la Plaza Elíptica de Bilbo, ante la Subdelegación del Gobierno español, para reclamar al Ejecutivo que tome cartas en el asunto y busque una solución. Han participado miembros de la comunidad saharaui en Euskal Herria y también Ongi Etorri Errefuxiatuak.

En la protesta se han podido escuchar proclamas como «Youssef askatu!», «Marruecos culpable, España responsable», «España atiende, el Sáhara no se vende» o «Sáhara libertad, Polisario vencerá».

Ahí ha estado también el abogado y presidente de Zehar, Javier Galparsoro, para ofrecer las últimas noticias sobre este caso que toma tintes cada vez más alarmantes. Ha señalado que «desgraciadamente» la situación es «delicada» y que «no hay todavía ninguna solución que permita asegurar su pronta entrada en nuestro país».

Pese a ello, ha señalado que no está todo perdido y que mantiene «la esperanza». «Esto no va bien, pero no ha terminado. Hay mucha gente trabajando», ha destacado al tiempo que ha felicitado al pueblo saharaui «por la solidaridad y el coraje que está demostrando».

EH Bildu reclama asilo político para el joven

En cuanto a EH Bildu, ha denunciado la situación del joven y ha reclamado asilo político y protección internacional.

El diputado soberanista Jon Iñarritu ha pedido su puesta en libertad al Ministerio del Interior, y los parlamentarios Igor Zulaika y Edurne Benito del Valle han acompañado a Loiu a activistas saharauis.

«Ante estos hechos y lo que consideramos un ataque contra los derechos de refugio y asilo», ha manifestado EH Bildu, que se ha sumado a las movilizaciones convocadas por la comunidad saharaui.

Petición de Rego a Interior

Por su parte, la ministra española de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha pedido al Ministerio de Interior que autorice de forma provisional la entrada del activista saharaui «por razones humanitarias», teniendo en cuenta «la situación personal y física de este ciudadano». «Devolverle a Marruecos lo pondría en grave peligro», ha apuntado.