«Esta semana tenemos que ser capaces de preparar una candidatura», ha subrayado este lunes el primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, que ha insistido en que Macron tiene que reconocer que «ha sido derrotado» en estas elecciones legislativas.

En una entrevista en la emisora France Info, Faure no ha querido entrar a comentar quién podría ser la persona elegida, más allá de descartar al líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, y de señalar que tendrá que ser alguien «capaz de dialogar con el exterior», porque habrá que «ampliar» la mayoría relativa del NFP.

La coalición de izquierdas, en la que también está insertada EH Bai, se ha convertido en los comicios legislativos en el primer bloque político con 182 escaños de un total de 577, es decir, muy lejos de los 289 necesarios para una mayoría absoluta.

El bloque de los partidos que han apoyado el Gobierno de Macron ha quedado en segunda posición con 168 diputados –tenía 250 en la pasada Asamblea Nacional–, mientras que la extrema derecha de Marine Le Pen se tiene que contentar con 143 escaños, una importante subida desde los 89 que tenía.

El diputado de LFI Manuel Bompard, uno de los colaboradores más cercanos de Melenchon,  ha confirmado que hoy retomarán los debates para proponer «un método y un nombre» de primer ministro para que se aplique su programa, porque «tenemos que respetar la palabra que hemos dado a los electores». A la cuestión de cómo pondrán en marcha ese programa sin tener una mayoría en el Parlamento, ha recordado que Macron tampoco la tenía.

Sobre ese punto, Faure ha reconocido que «habrá que encontrar mayorías texto por texto». La líder de los Ecologistas, Marine Tondelier, ha comentado que Macron «debería llamar hoy oficialmente al NFP para que le transmita un nombre de primer ministro».

Macron pide a Attal que siga por ahora

Ante las premuras del NFP, Macron ha asegurado que «esperará a la estructuración de la nueva Asamblea Nacional para adoptar las decisiones necesarias». El primer ministro Gabriel Attal ha presentado esta mañana su dimisión, pero el presidente le ha pedido que «siga como primer ministro por ahora para garantizar la estabilidad del país», sin fijar ningún plazo.

Attal ya había avanzado su disposición a seguir en funciones «tanto tiempo como el deber lo exija», sobre todo teniendo en cuenta la cercanía de los Juegos Olímpicos, que empiezan el 26 de julio en París.

En una nota emitida desde El Elíseo se remarca que «el presidente, en su papel de garante de las instituciones, asegurará que se respeta la elección soberana de los franceses».