Maite Ubiria
Aktualitateko erredaktorea, Ipar Euskal Herrian espezializatua / redactora de actualidad, especializada en Ipar Euskal Herria

Tres electos, uno de ellos abertzale, para llevar la agenda vasca a París

El terremoto hexagonal se acompasa en Ipar Euskal Herria con un resultado que se traduce en la elección de tres representantes del NFP. Por vez primera un abertzale de izquierdas, Peio Dufau, ejercerá en la Asamblea Nacional gala. Le acompañarán dos socialistas, Colette Capdevielle e Iñaki Echaniz.

El Nuevo Frente Popular celebró en Ziburu su victoria en la sexta circunscripción. En el atril, el nuevo diputado Peio Dufau.
El Nuevo Frente Popular celebró en Ziburu su victoria en la sexta circunscripción. En el atril, el nuevo diputado Peio Dufau. (Patxi BELTZAIZ)

Las elecciones legislativas han dejado una huella propia en Ipar Euskal Herria. Primero, por los resultados excepcionales con los que se ha cerrado una convocatoria que partió de una ola de la ultraderecha en los comicios europeos y se cierra con una triple victoria de los candidatos del Nuevo Frente Popular (NFP) en los distritos vascos. Y, segundo, porque esa cita inesperada con las urnas ha dejado sentado que la suma de la izquierda solo renta en Ipar Euskal Herria si se cuenta con los abertzales.

Los resultados de la segunda vuelta son igualmente meritorios para los tres candidatos del NFP, pero la victoria del abertzale Peio Dufau, en la sexta circunscripción, la del sur de Lapurdi, cobra un valor especial, tanto por lo competido de la liza, como porque la elección del ziburutarra, sitúa a Euskal Herria Bai en una escala nueva.

Por orden, el triunfo más holgado lo logró el bearnés Iñaki Echaniz en la cuarta circunscripción. En el distrito que reúne a localidades vascas y bearnesas, el diputado socialista saliente ya logró una victoria provisional holgada el 30 de junio, que confirmó ayer con creces. Alcanzó el 47,92% de los sufragios, pasando por delante de su principal contrincante, Sylviane Lopez, de Rassemblement National (RN), que hizo un 28,92%, y del líder del movimiento ruralista Résistons!, Jean Lassalle, que se debió conformar con un 23,12% de los votos, muy lejos de su anunciada «remontada».

En la quinta circunscripción, que incluye a Baiona, la exdiputada socialista Colette Capdevielle tenía como rival al candidato de la ultraderecha, Serge Rosso. Se benefició con claridad de la reserva de voto del centro, ya que la aspirante de MoDem, la diputada saliente Florence Lasserre, optó por no presentarse a la segunda vuelta para reforzar la barrera ante la ultraderecha.

Escoltada en su candidatura por el alcalde abertzale de Hiriburu, Alain Iriart, la abogada baionarra fue elegida con un apoyo remarcable.

Dobló prácticamente los votos obtenidos en la primera vuelta y se impuso con un 62,64%. Pese a no disponer de una reserva de voto tan clara, el candidato de la ultraderecha mejoró en unos 5.000 votos su resultado de primera vuelta, quedándose en un 37,36%.

A destacar que en la propia capital, Baiona, cuyo alcalde, Jean-René Etchegaray, pidió el voto para Capdevielle, la aspirante del NFP dobló el número de votos con respecto a la primera vuelta.

Había motivos para festejar el resultado. Y las celebraciones partieron de la propia plaza del Ayuntamiento, donde los cantos antifascistas sirvieron para hacer ambiente.

Un escenario especial, ya que en solo tres días, serán las Fiestas de Baiona las que se encargarán de dar rienda suelta en esa misma plaza a las ganas de jolgorio, contenidas, en parte, por la tensión que ha acompañado a la campaña electoral más incierta.

 

UNA PÁGINA NUEVA

Con todo, fue la sexta circunscripción la que deparó la mayor novedad. En los otros dos distritos, la elección se veía más despejada, y el resultado corroboró las opciones de dos aspirantes que ya atesoran un recorrido en política estatal.

Fue en «la sexta» donde se visualizó el gran salto de estas elecciones. Por vez primera, EH Bai ha sumado con una alianza de izquierda hexagonal construida en tiempo récord, y ese compromiso le ha llevado a encabezar un distrito en el que ni el macronismo ni la derecha se lo ponían nada fácil. Ello sin olvidar a la amenaza de la ultraderecha.

Dufau, sindicalista de la CGT, no pudo contar ni siquiera con el «bonus» del bloque republicano, ya que Christian Devèze (MoDem) se mantuvo. Y además concurrió a la segunda vuelta con la esperanza de ganar, gracias a los 8.000 votos prometidos por la candidata de Les Républicains (LR), Emmanuelle Brisson.

Pero dos y dos no siempre son cuatro, y el trasvase de sufragios conservadores al contador del macronista no funcionó como él esperaba. De hecho, Dufau le ganó incluso en la localidad de la que es alcalde, Kanbo.

El abertzale le superó en cien votos en su casa, y se hizo con el escaño por una diferencia total de apenas 700 sufragios. Sobre el carril de la Historia por el que antes transitó el diputado abertzale Jean Etcheverry-Aintzart (1945-1946), por primera vez un abertzale de izquierda llega a la Asamblea Nacional gala. «No es una victoria de una persona, es una victoria de todos los abertzales y euskaldunes, es una victoria de Euskal Herria», proclamó Dufau anoche ante una plaza de Ziburu en la que se festejó una gesta política cuya dimensión es más fácil de comprender con solo echar un poco la vista atrás.

CAMBIA EL TABLERO

Hay que remontarse a las elecciones de 2012 para encontrar unos resultados tan reconfortantes para la izquierda en Ipar Euskal Herria. En aquellas elecciones, solo el entonces candidato por el MoDem (centro) Jean Lassalle resistió a la ola rosa que dotó de una mayoría amplia a François Hollande.

Dos de los electos en aquellas elecciones han tenido un grado de protagonismo en los inesperados comicios de 2024. Así, Colette Capdevielle se estrenó en la Asamblea Nacional en unas elecciones en las que la abstención fue más alta (41,06%) en ese distrito que, doce años más tarde, ha vuelto a darle su apoyo para que regrese a París.

En la sexta circunscripción, que ganó ayer el abertzale Dufau, otra ziburuarra, la socialista Sylviane Alaux, descabalgó en 2012 a la hasta entonces indestronable Michèle Alliot-Marie (UMP). Los comicios de 2017 y 2022 marcaron el tiempo macronista. Y ni la ola rosa, primero, ni ese periplo liberal después pudieron con un político que en las dos últimas décadas ha ocupado casi de manera ininterrumpida alguna responsabilidad institucional. Se trata de Jean Lassalle, que ganó en 2012 a Frantxua Maitia (PS), y en 2017 superó al aspirante de La République en Marche (LREM), Loïc Corregé.

Su derrota, ayer, da otra señal de que, conforme avanza el voto abertzale y de su mano las alianzas amplias, ese centro-derecha que acaparaba hasta hace poco la centralidad es visto como receta pasada.