El buque Aita Mari, que este mes desarrolla su misión de salvamento humanitario número trece en el Mediterráneo central, ha rescatado del mar este domingo a un total de 34 migrantes, entre los que se encontraban dos embarazadas y tres menores de edad, que viajaban en una embarcación en situación de riesgo.
Esta es la secuencia completa, grabada por una periodista en el barco.
Así ha sido el rescate vivido esta madrugada en Aita Mari. Levantarnos sobresaltados en medio de la madrugada y ver una embarcación en medio de la oscuridad del mar con personas pidiendo socorro. Una imagen que será difícil olvidar. pic.twitter.com/OSCTKNvbfx
— Isa Eguiguren (@ieguiguren) July 15, 2024
Según informa Salvamento Marítimo Humanitario, la ONG propietaria de este atunero reconvertido en barco de rescate, los 34 migrantes forman un grupo de personas que huía de Libia, la mayor parte de nacionalidad siria, aunque entre ellos también hay egipcios, nigerianos y bangladeshíes.
En el grupo, cuyos integrantes se encuentran bien de salud, hay dos mujeres, una de ellas embarazada de siete meses y que viaja con su hermano de 14 años, además de otros dos menores.
SMH ha concretado que el Gobierno italiano ha designado ya la dársena de Ravenna, en el norte del Adriático, como puerto de desembarco, adonde el Aita Mari tiene previsto llegar el próximo viernes, 19 de julio, por la noche.
Un barco libio con encapuchados
Esta ONG ha explicado que las labores de salvamento de los migrantes han sido complicadas ya que en el momento del rescate aún era de noche y «han aparecido en escena tres embarcaciones libias con algunos tripulantes encapuchados y armados», una circunstancia que «ha provocado confusión» y una persona se ha tirado al agua, si bien los tripulantes de estos tres barcos «finalmente permitieron al Aita Mari proceder al rescate».
SMH explica que al finalizar su actuación, varios hombres de uno de los barcos libios, «en medio de la oscuridad y sin luces, han saltado por sorpresa a la embarcación ya vacía» de los migrantes, de la que «han arrancado el motor y se la han llevado».
Una práctica que, según SMH, «han comenzado a realizar las mafias para recuperar embarcaciones en los últimos tiempos».
Salvamento Marítimo Humanitario recuerda en su nota que «los guardacostas libios, financiados por Europa, deberían facilitar y no, en cambio, poner en riesgo las operaciones de rescate que, por otro lado, son de obligado cumplimiento para los países ribereños».
«Además, volvemos a exigir a los gobiernos europeos que habiliten vías legales y seguras para quienes buscan asilo en Europa o se ven obligados a salir de sus países, para que no tengan que poner en riesgo sus vidas en el mar o en otras rutas en las que se vulneran los derechos humanos más básicos», ha añadido.