El sacerdote de los pobres, cuyo verdadero nombre era Henri Grouès, falleció en 2007 a la edad de 94 años. Su desaparición contribuyó a ensalzar más si cabe esa frágil silueta envuelta en su sotana o su largo abrigo negro, con boina, bastón y botas. De rostro demacrado y barba gris, el rebautizado como Abbé Pierre, impresionaba por su mirada ardiente, su alegría y su vehemencia convincente que seguía inspirando a activistas y artistas.

Sin embargo, una investigación encargada por Emaús-Fundación Abbé Pierre, publicada este miércoles, cambia radicalmente la imagen de su fundador: siete mujeres afirman que el sacerdote tuvo «comportamientos que podrían constituir agresión sexual o acoso sexual entre finales de los años 1970 y 2005».

Una de las personas que ha dado testimonio era menor de edad en el momento de los hechos, según destaca la agencia AFP.

«Saludamos la valentía de las personas que testificaron y permitieron, con sus palabras, sacar a la luz estas realidades», subrayan Emaús Francia, Emaús Internacional y la Fundación Abbé Pierre, en un comunicado también publicado por el diario católico 'La Croix'.

«Les creemos, sabemos que estos actos intolerables han dejado huella y los apoyamos», añaden.

«Estas revelaciones sacuden nuestras estructuras» y «estas acciones cambian profundamente la forma en que miramos a un hombre conocido sobre todo por su lucha contra la pobreza, la miseria y la exclusión», aseguran en el escrito.

Trayectoria vital

Nacido en 1912, Henri Grouès eligió su destino desde pequeño: la lucha contra la pobreza.

Luchador activo de la Resistencia bajo la ocupación del Estado francés por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, adoptó entonces su seudónimo.

En 1949,tuvo la brillante idea de crear la comunidad de Emaús basándose en el principio de «pedir a los excluidos que se ocuparan de sus propias necesidades recaudando los excedentes de los ricos», rompiendo así con la caridad tradicional.

Emaús lucha hoy contra la exclusión social en una treintena de países.