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Casi 6 años de cárcel para un conductor que se fugó tras un accidente mortal en Donostia

El conductor que en julio de 2022 se dio a la fuga tras causar un accidente de tráfico en Donostia al colisionar a velocidad excesiva con un motorista de 66 años que luego perdió la vida en el hospital ha sido condenado a penas que suman cinco años y once meses de cárcel.

El accidente tuvo lugar a la salida de los túneles de Polloe, en dirección al barrio donostiarra de Polloe.
El accidente tuvo lugar a la salida de los túneles de Polloe, en dirección al barrio donostiarra de Polloe. (GOOGLE MAPS)

La sentencia del caso condena a este varón como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave, otro de abandono del lugar del accidente, dos delitos por conducir sin permiso y un quinto de conducción alcohólica.

Según recoge el texto judicial, los hechos sucedieron sobre las 9.00 del 22 de julio de 2022, cuando el inculpado conducía «a velocidad excesiva» una furgoneta por la carretera GI-20, acompañado por dos mujeres.

La sentencia concreta que, durante el trayecto, el acusado iba haciendo «adelantamientos en zig-zag» sin señalizarlos previamente, a pesar de que el pavimento se encontraba «mojado».

En estas circunstancias, «una vez atravesó el túnel de Polloe», al tomar una curva a la derecha «perdió el control» del vehículo «como consecuencia del exceso de velocidad», tras lo que la furgoneta giró «sobre sí misma», atravesó la calzada desde el carril izquierdo hasta el derecho e impactó contra la motocicleta de la víctima, quien circulaba «correctamente» y salió «despedida» por encima de una valla, para caer en una zona de hierba próxima.

La furgoneta quedó girada «en sentido contrario a la circulación» mientras su conductor, «lejos de bajarse y preocuparse» por el motorista, «maniobró» y «continuó la marcha sin tan siquiera avisar a los servicios sanitarios» ni hacer caso a sus dos acompañantes, que le dijeron que «tendrían que parar para socorrerle».

Durante el juicio por estos hechos, celebrado el pasado mes de mayo, el acusado, explicó que aquella madrugada había estado de fiestas de Errenteria y que cuando se disponía a regresar a su casa, ya por la mañana, se encontró con dos conocidas a las que se prestó a acercar a Donostia.

Aseveró que circulaba a velocidad «normal» y que al salir de un túnel en dirección a Loiola redujo y, al tomar una curva, se le fue el coche, no pudo «controlarlo», pegó contra los «hierros» de la carretera y golpeó «al otro».

Seguidamente, una de sus acompañantes gritó que le había dado «a una moto. Yo entré en pánico, me puse nervioso, giré el coche y me fui», dijo durante la vista.

La sentencia revela que «gracias a la descripción facilitada a la Ertzaintza» por las dos mujeres , la furgoneta del procesado fue localizada al día siguiente aparcada en una calle de Lezo, tras lo cual la Policía autonómica puso en marcha un dispositivo de vigilancia.

Los agentes comprobaron así cómo, sobre las 9.15, el procesado volvía a montarse en el vehículo y, «tras realizar una primera maniobra», hacía luego un «giro prohibido» para marcharse «a toda velocidad» del lugar.

Después de un seguimiento en el que el hombre condujo «a velocidad excesiva» y «realizando numerosos adelantamientos irregulares», los ertzainas le dieron el alto y le sometieron a un test de alcohol en el que arrojó un resultado positivo, al igual que posteriormente sucedió con las pruebas de detección de drogas que se le realizaron. Comprobaron además que «nunca» había obtenido el carné de conducir.