El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, ha recibido este viernes un multitudinario funeral en Doha, mientras se extienden los temores de una escalada regional del conflicto en Gaza.
Al funeral de Haniyeh han asistido las altas esferas de la familia real de Qatar e importantes funcionarios de Turquía, que han procurado no ser el centro de atención durante la ceremonia.
Asimismo, representantes de Hamas, Al-Fatah y la Yihad Islámica también han participado en una muestra de unidad en las oraciones para despedir a Haniyeh, fallecido hace dos días en Teherán en un ataque ampliamente atribuido a Israel, que, por el momento, no lo ha reivindicado.
El miembro del buró político de Hamás Jalil al-Hayya ha encabezado una breve oración frente al ataúd de Haniyeh, que, envuelto en la bandera palestina, ha sido sacado de la mezquita en una multitudinaria procesión para su entierro en el Cementerio del Imán Fundador de la localidad de Lusail, al norte de Doha.
«Estamos seguros de que su sangre traerá la victoria, dignidad y liberación», ha transmitido Al Hayya a los familiares del difunto, de acuerdo con Al Jazeera.
Un funeral «sin precedentes»
Miles de personas han acudido desde primera hora de la mañana a la mezquita Mohamed bin Abdelwahab de Doha, con capacidad para acoger a unas 30.000 personas, para presenciar lo que medios cataríes han calificado como un funeral público y oficial «sin precedentes» en el pequeño país del golfo Pérsico.
De hecho, cientos de personas se han quedado sin poder acceder al templo y se han tenido que refugiar bajo puentes cercanos para escuchar las oraciones sin sufrir las consecuencias de las abrasadoras temperaturas de 43 grados en Qatar.
El entierro de Haniyeh se ha producido en un momento en que Irán y sus aliados preparan una respuesta coordinada contra Israel.
El jefe del Hizbulah libanés, Hassan Nasralah, advirtió el jueves de que era «inevitable» que el movimiento respondiera al bombardeo israelí del martes en Beirut.
De hecho, ha reivindicado este viernes cuatro ataques contra objetivos militares israelíes como parte de sus actividades rutinarias en el marco del fuego cruzado, a la espera de que lance una respuesta de envergadura a la reciente muerte de su máximo comandante, Fuad Shukr.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que su país estaba preparado «para cualquier escenario, tanto defensivo como ofensivo». Netanyahu prometió destruir a Hamás en represalia por su ataque del 7 de octubre contra el sur del país.
Escalada «peligrosa»
El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha denunciado este viernes la «peligrosa» escalada israelí y ha reiterado que el Líbano no quiere guerra. «Nos estamos enfrentando a una escalada israelí sistemática y peligrosa, de la que en las últimas horas hemos visto algunas caras sangrientas. Por eso, reafirmamos el derecho a defender nuestra tierra, soberanía y dignidad por todos los medios posibles», ha señalado en un discurso con motivo del Día del Ejército.
En vista de la situación, el Ministerio de Exteriores francés ha recomendado a sus ciudadanos que abandonen Irán. «Debido al mayor riesgo de una escalada militar en la región, se recomienda a los visitantes franceses que aún se encuentran en Irán a que se vayan lo antes posible», según la última actualización de alerta de viaje del Ministerio.
Finalmente, el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, ha llamado a la desescalada y distensión en la región. El enviado de Naciones Unidas ha indicado que estos días de máxima tensión ha mantenido «conversaciones críticas», con las partes y otros Estados de la región, incluidos Líbano, Egipto y Qatar para recabar apoyos por la «distensión regional».