La neerlandesa de origen etíope Sifan Hassan, con un tiempo de 2h22:55, se ha llevado la medalla de oro en el maratón femenino de los Juegos de París, con récord olímpico al parar el crono en 2 horas 22 minutos y 55 segundos.
En cuanto a Majida Maayouf, ha terminado en un meritorio 17º puesto aunque sus sensaciones al terminar la carrera no han sido del todo positivas. Ha indicado que no ha podido coger nada de avituallamiento en el kilómetro 35 y que ello le ha condenado a «sufrir» en los kilómetros finales, en los que ha corrido 4 minutos por kilómetro cuando hasta entonces estaba en 2:11.
La atleta afincada en Agurain se ha sentido cómoda en el grupo cabecero hasta que en el repecho del kilómetro 28, antes de afrontar el repecho del 13% del kilómetro 30, han atacado las etíopes Assefa y Shankule y las keniatas Obiri, Lokedi y Jepchirchir –campeona en Tokio y que ha estado muy nerviosa en todo el recorrido–. Sifan Hassan se ha ido descolgando pero no del todo –ha pasado a medio minuto del grupo de cabeza en el kilómetro 30– y la que sí se ha descolgado ha sido Maayouf, que ha cedido hasta cuatro minutos: «Por lo menos esperaba un diploma, lo he intentado. Sabía que lo iban a jugar todo en el kilómetro 28, he llegado sin fuerzas. Ellas han subido más rápido que yo, yo no quería ir tan rápido porque sabía que luego ellas iban a apretar aún más. En las bajadas, pese a que yo marcaba 3.20, ellas ya estaban lejos».
Maayouf ha admitido que ha tenido que bajar el ritmo al no poder coger avituallamiento en el 35 y que ha sufrido para llegar a la meta. «Si hubiera cogido las botellas por lo menos podría recuperar un poquito e igual acababa en el puesto 12, porque me han pasado tres atletas que venían por detrás», ha explicado, con frustración. Ha llegado a meta a seis minutos de la campeona (2:28.35), la gran Sifan Hassan, otro de los nombres propios de estos Juegos Olímpicos.
Sifan Hassan nunca olvidará los Juegos de París. Llegó a la capital francesa con el objetivo de defender sus títulos olímpicos de 5.000 y 10.000 metros, añadiendo a esas dos distancias el maratón en busca del triplete de medallas como hizo hace 72 años el checo Emil Zatopek.
El reto lo cumplió aunque no pudo ser con triplete de oros. En los 5.000 y 10.000 se llevó dos bronces y para el maratón, apenas 34 horas después de correr por última vez en la pista del Stade de France, se volvió a calzar las zapatillas para dar un recital sobre el asfalto de París.
Su gesta tuvo el mérito añadido del cansancio acumulado, la humedad, cercana al setenta por ciento, y del recorrido, un circuito urbano, monumental y turístico con grandes pendientes y una rampa salvaje poco antes del kilómetro 30, con una pendiente del 13%, el muro más elevado del trazado.
Hassan, de 31 años, ha estado en todo momento en cabeza de carrera, sin mostrar sus cartas y corriendo a un ritmo constante que no dio pistas sobre su táctica y su estado de forma, una incógnita tras una semana de máximo desgaste.
En el momento decisivo, cuando la carrera se aceleró tras el muro del kilómetro 30, por selección natural solo quedaron cinco atletas, ella junto a las etíopes Tigst Assefa plusmarquista mundial y Amane Beriso Shankule y las kenianas Sharon Lokedi y Hellen Obiri, ya que la japonesa Yuka Suzuki no aguantó a partir de ese momento.
La neerlandesa llegó a la meta en de Les Invalides con el público asistente puesto en pie para reconocer su gesta. Al final paró el crono en 2 horas 22 minutos y 55, mejorando el anterior récord olímpico, que estaba en posesión de la etíope Tiki Gelana, con 2h23:07, desde el 5 de agosto de 2012 en Londres.
Segunda fue Tigst Assefa, a solo tres segundos, y tercera la keniana Hellen Obiri, que, con 2h23:10, realizó marca personal.
Con el oro en maratón, Sifan Hassan se despide de París con tres medallas, el mismo número de metales que conquistó en Tokio 2020 con los oros en 5.000 y 10.000 y el bronce en 1.500.