Las autoridades ugandesas han informado de que ha aumentado a 23 el balance de personas que han fallecido aplastadas por una avalancha de basura en un vertedero de la capital del país, Kampala, después de que esta se llevara por delante una decena de viviendas por «fallos estructurales».
El derrumbe sucedió después de varias semanas de intensas lluvias, que provocaron un deslizamiento de tierra.
Aparte de las víctimas, alrededor de mil personas tuvieron que ser evacuadas por seguridad, ya que muchas casas fueron destruidas y las autoridades cerraron el acceso al vertedero para evitar daños mayores.
«La situación se está calmando. Continuamos recuperando cuerpos. El número acumulativo de aquellos que han muerto es de 23. Los heridos son 14 pero algunos ya han recibido el alta», ha explicado el portavoz adjunto de la Autoridad de la Ciudad Capital de Kampala (KCCA), Daniel Nuwe Abine, en declaraciones recogidas por el diario ‘The Monitor’.
Mientras continúan las labores de búsqueda y rescate, se ha iniciado la investigación de la avalancha de basura.
El presidente ugandés Yoweri Museveni pidió explicaciones inmediatas sobre las operaciones del vertedero. «Lo primero que me viene a la cabeza es quién ha podido permitir que la gente viva tan cerca de una montonera tan peligrosa, donde sólo los olores ya son perjudiciales para la salud», ha denunciado.
«He solicitado a la inspectora adjunta del Gobierno, Anne Muhairwe, que investigue rápidamente el asunto y me facilite el informe correspondiente, mientras he dado instrucciones al Gobierno para que la evacuación de todas las viviendas en la zona de peligro, además de garantizar la recuperación, si es posible, de las personas que siguen enterradas bajo la basura», ha indicado la portavoz de Inspección de Gobierno (IGG), Ali Munira.