El desembarco de Guggenheim Urdaibai bien vale una Campana

Bilboko Konpartsak repartió ayer los premios Campana y Mosca a la txosna mejor decorada y a la menos agraciada, respectivamente. La victoria de Pa... Ya! con su denuncia sobre el Guggenheim Urdaibai no empaña las grandes y, a veces, punzantes ideas del resto de comparsas.

Decoración de la txosna de Pa... Ya!.
Decoración de la txosna de Pa... Ya!. (Mikel MTZ DE TRESPUENTES | FOKU)

Montar una txosna no consiste únicamente en conseguir que las estructura de hierro y mecanotubos aguante los nueve días de Aste Nagusia, sino que también tiene que alegrar, aportar a la fiesta o expresar una idea a través de su decoración. Con mayor o menor gracia, más o menos esmero, las comparsas pasan meses ideando, diseñando y, finalmente, dando formas a sus ideas para lucirlas en las paredes de sus txosnas. Para valorar este esfuerzo, desde 2007 Bilboko Konpartsak entrega la Campana y la Mosca, los premios que reconocen a la mejor y la peor txosna, respectivamente, en cuanto a la estructura y decoración se refiere.

Desde ayer y hasta el próximo domingo, Pa… Ya! lucirá la Campana que la acredita como la txosna mejor decorada de esta Aste Nagusia gracias al impresionante mural que corona su fachada principal. Este año, la comparsa de Otxarkoaga ha decidido denunciar el proyecto del Guggenheim Urdaibai escenificando un desembarco vikingo que pretende frenar Imanol Pradales, Eneko Andueza, Juan Mari Aburto y Andoni Ortuzar que surcan la ría a bordo de una barcaza-museo. Se trata de la segunda vez que Pa… Ya! gana la Campana, repitiendo el éxito de 2014.

Pero, si hablamos de Campanas en Aste Nagusia, hay que mencionar a Hontzak, la que más veces se ha alzado con este premio, hasta en seis ediciones. La comparsa libertaria, una de las sospechosas habituales a la hora de generar polémica con sus decorados, ha apostado este año por recrear el laboratorio del «Doctor Aburtonstein». En él, el alcalde bilbaino, Juan Mari Aburto, crea un monstruo con uniforme de la Policía Municipal mezclando dosis de «violencia, chulería, racismo, brutalidad, machismo, matonismo, fascismo, abuso, fanfarronería y tontería». Ser el blanco de las chanzas de diversas comparsas no ha hecho demasiada gracia al alcalde de la Villa, atendiendo a sus palabras en Radio Euskadi. «Hay txosnas que faltan al respeto, y yo lo llevó mal. Algunas van más allá de la crítica, llegan al insulto», declaró Aburto el pasado lunes.

Sin embargo, este no es el único charco en el que se han metido los anarquistas durante esta Aste Nagusia. En uno de los laterales de la barra hay colocado un póster con la cara de Karlos Argiñano y su icónica frase «vamos a parar un poquito, Netanyahu», acompañado de una bandera de Palestina. Según denunció la comparsa, desde Bainet Taldea, depositaria de los derechos de imagen del cocinero vasco, amenazaron con emprender acciones legales por «utilizar la imagen de su representado sin permiso». Una medida que, desde Hontzak se tomaron con humor. «Solucionado», escribieron en su cuenta de X, en una publicación donde censuraban la cara de Argiñano con cinta negra sobre los ojos y una pegatina que avisa de la «censura» de Bainet. «Retamos a Karlos Arguiñano a resolver esta cuestión en el campo del honor, con un duelo en los fogones de la txosna de Hontzak, bajo la supervisión del jurado del concurso gastronómico de Bilboko Konpartsak. Le dejamos elegir plato. Vamos a cocinar un poquito, Arguiñano», escribían con sorna en otra publicación.

Comparseros de Pa... Ya! recogen la Campana que los acredita como mejor txosna. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Al igual que Pa… Ya! y Hontzak, otras txosnas también analizan problemáticas locales en sus decoraciones. Es el caso de Kranba!, la comparsa del movimiento okupa y autogestionado de Bilbo, que ha abordado uno de los temas calientes de la capital vizcaina, la proliferación de viviendas turísticas, a su manera. «Etxe turistikoak okupatu», se puede leer en su fachada principal, encima de la barra. En uno de los laterales, denuncian que en Bilbo hay «749 Viviendas Turísticas ilegales», proponiendo una particular solución bajo el lema «okupa ditzagun!»: «Búscalas, alquila dos días, cambia la cerradura y ¡disfruta!».

A pesar de ello, el tema estrella de este año ha sido el conflicto israelo-palestino. Comparsas como Kaixo, Mekauen o Zaratas comparten en sus decoraciones mensajes antibelicistas, de apoyo al pueblo palestino y contra la OTAN. Además, las banderas de Palestina, presentes prácticamente en la totalidad de las txosnas, lideran el ranking de enseñas, cambiante año a año según la situación sociopolítica imperante. Muestra de ello es que, mientras todavía se observan banderas de Venezuela o Cuba, la cuadribarrada de los Països Catalans se ha convertido en una rara avis.

Otros temas seleccionados por las txosnas para decorar sus fachadas son el compromiso con el euskara en Algara o Hau Pittu Hau o el antiimperialismo bajo el lema «Afrika resiste» en Askapeña. Trikimailu, que se llevó la Campana en 2023, ha apostado este año por decorar su txosna celebrando su 10º aniversario como comparsa, al igual que han hecho Algara y Altxaporrue para conmemorar los 30 y 20 años transcurridos, respectivamente, desde su creación.

Moskotarrak y la Mosca

La otra incógnita de esta edición era descubrir qué comparsa cogería el testigo de Irrintzi, comparsa condecorada con las dos últimas Moscas y que ya no forma parte de Bilboko Konpartsak. Ante la ausencia de la comparsa futbolera, Moskotarrak ha tomado el testigo zurigorri y ha recordado en su decoración la Copa conseguida por el Athletic la pasada temporada. El guiño athleticzale no es lo único que ha heredado la veterana comparsa, ya que, al igual que Irrintzi el año pasado, también tendrá que colgar la Mosca que la acredita como la txosna con menos gracia en un lugar visible hasta el próximo domingo, cuando Marijaia surque la ría y Aste Nagusia baje el telón.