Las tropas israelíes abandonaron la parte oriental de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y también áreas de la zona central de Deir el-Balah, poniendo fin a su ofensiva militar terrestre de 22 días y dejando tras de sí una estela de destrucción. Al mismo tiempo intensificaron sus ataques aéreos, lo que sugería que podía ser un anuncio engañoso similar a las órdenes de evacuación a zonas calificadas como «seguras» en las que los palestinos desplazados acabaron siendo bombardeados. En el este de Jan Yunis, la Defensa Civil Palestina recuperó al menos nueve cadáveres entre los escombros y en las calles tras la retirada parcial de los soldados, informó la cadena qatarí Al-Jazeera.
El Ejército anunció que los residentes de las áreas de las que sus tropas se retiraron podían retornar a sus casas, pero a su regreso encontraron viviendas, tiendas y calles completamente destruidas. «Eran zonas seguras(…) Cuando entraron, nos dijeron que evacuáramos porque era una zona de combate. Tuvimos que marcharnos(…) Dejamos nuestras cosas y todo atrás, y lo destruyeron», dijo a Reuters Kawthar al-Astal, habitante de Jan Yunis, quien al volver después de 22 días de ofensiva encontró su casa en ruinas.
A pesar de la retirada de algunas zonas, el Ejército sionista siguió con sus ataques en todo el enclave palestino. En las últimas horas mataron a al menos 23 personas, elevando el balance de víctimas mortales identificadas a 40.602. A la vez, continúa el desplazamiento forzado de casi toda la exhausta población gazatí, 2,3 millones de personas, por las constantes órdenes de evacuación dictadas por Israel.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que el jueves anunció el compromiso de Israel y Hamas con las «pausas humanitarias» limitadas para iniciar mañana la campaña de vacunación contra la polio en Gaza, dijo esperar que ambas partes respeten el acuerdo e informó de que más de 1,2 millones de vacunas ya están en la Franja y otras 400.000 se encuentran en camino.
«NUR SHAMS ES GAZA»
Mientras las tropas se retiraban parcialmente de Jan Yunis y Deir el-Balah, en la Franja de Gaza, mantenían por tercer día consecutivo el asalto terrestre con convoyes blindados y aéreo con aviones de combate en varias localidades de la Cisjordania ocupada (Jenin, Tulkarem, Nablus y Tubas), donde el Ejército israelí dijo haber matado en Jenin al comandante de Hamas Wissam Hazen. De la veintena de muertos causados por los soldados, Hamas y la Yihad Islámica anunciaron que trece eran combatientes.
«¿Qué diferencia hay entre Gaza y nosotros?», se preguntó Nayef Alaajmeh en el arrasado campo de refugiados de Nur Shams. «Somos otra Gaza», aseguró. Una opinión que compartió con Efe otro residente: «La destrucción en el campamento de Nur Shams es (como en) Gaza. Todo está destruido y no hay infraestructura, electricidad, cañerías de agua, redes de alcantarillado. Hay casas en llamas, viviendas y carreteras demolidas y arrasadas por las excavadoras».
El Club de Prisioneros Palestinos indicó que 45 personas han sido detenidas en Cisjordania desde el miércoles.
Londres se mostró ayer «preocupado» por los «métodos» de Israel; París dijo que estas operaciones «empeoran el clima de inestabilidad y violencia», y Madrid calificó la situación de «inaceptable».
China, más contundente, condenó a Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU: «Nunca debemos permitir que la misma catástrofe humanitaria de Gaza ocurra en Cisjordania, lo que convertirá a Cisjordania en otro infierno en la tierra».